Un lunes cargado de información en la tarde de 5PalPeso. Ayer se entrevistó a Eduardo Soares, titular de la Gremial de Abogados.
Esta organización surge por los años 60, principio de los 70, en respuesta a la necesidad de autodefensa de muchos abogados que desde la dictadura de Onganía y posteriormente de Lanusse, eran hostigados, perseguidos, detenidos, desaparecidos. Es así que surge porque los Colegios de Abogados, en términos general no representaban (ni representan en la actualdiad) a abogados trabajadores, sino a grandes buffetes. Y así nace La Gremial de Abogados para defender a muchísimos presos políticos, en donde los abogados cumplían un rol muy importante.
En los setenta la organización crece mucho, con fuerte participación, hasta que el golpe de estado del 76, prácticamente diezmó a quienes eran parte de la Gremial: “de 300 abogados que participaban, la dictadura mató y desapareció a más de 130; muchos murieron combatiendo contra la dictadura. Se perdió esa memoria histórica, como suele pasar con estos cortes abruptos….”
“En el 2008 un grupo de abogados, los más viejos, recreamos la Gremial de Abogados. Entre ellos, Héctor Chávez, actual Vice Presidente de La Gremial, y fundador de la Primera Gremial de Abogados, que ahora tiene más de ochenta años”.
Hoy esta organización ha recibido la llegada de gente joven, y viene desde el 2008 haciendo defensa de presos políticos, de desaparecidos en democracia, buscando justicia por muertes masivas por gatillo fácil, luchando contra casos de agresiones de género y defendiendo los derechos de los pueblos originarios, ante la masividad de las agresiones hacia ellos en el sur y en el norte del país.
Venía así de duro durante el gobierno anterior, pero los casos han aumentado de manera exponencial, sobre todo a partir de lo que llaman la “Doctrina Chocobar”: el Estado en persona de la Ministra de Seguridad y el mismísimo Presidente de la Nación felicitaron a un policía que mató por la espalada a una persona que estaba desarmada. Esa fue la luz verde para la política represiva. Cabe aclarar que esta luz verde permitió alumbrar también la concordancia y consecuencia entre el Poder Político y el Poder Judicial.
“Los jueces, fiscales, camaristas etc. están en consonancia con la idea de permitir la impunidad de la represión y sancionar y castigar duramente a un sector de la sociedad, que es básicamente el sector más pobre de la Argentina, cerca de 20 millones de personas. Se criminaliza no sólo la lucha sino también la pobreza. Se está produciendo una especie de genocidio, de cárceles a cielo abierto, una especie de ghetto de pobreza. Y lo que estamos viendo es un Poder Judicial muy permisivo con las fuerzas de seguridad que reprimen, se decir, cuentan con la complicidad de la justicia”.
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