Como pueblo, tenemos el derecho de definir y controlar nuestros sistemas alimentarios y de producción tanto a nivel local como nacional, de forma equitativa, soberana y respetuosa con el medio ambiente. Cada vez está más visible la importancia de la soberanía alimentaria a la hora de elegir qué comemos y de dónde proviene lo que consumimos.
Dentro del Espacio de la Economía Popular, nos comunicamos con la Licenciada Azucena Pereyra para hablar de este importante tema. Ella es nutricionista, activista agroecológica, docente de la cátedra libre de soberanía alimentaria en la UNCuyo y cofundadora de la Bioferia. Esto fue lo que nos comentó:
“Cuando hablamos de soberanía alimentaria hablamos de cuánto dependemos del afuera para alimentarnos, de qué y de quiénes dependemos. Desconocemos nuestro territorio ambiental así como también desconocemos a nuestro cuerpo. Es necesario averiguar qué crece en mi territorio que puede cubrir mis necesidades porque eso me da soberanía, me da fácil acceso y me permite cultivarlo o conectar con alguien que lo cultive en la zona y no necesitar tantos recursos económicos disponibles ni tantos recursos de movilidad. Y añadió: “La soberanía nos da acceso a la producción, a logísticas de traslado que marcan los valores de los alimentos con los que nos encontramos. El conocimiento nos trae la posibilidad de generar redes propias y locales que permiten también que haya crecimiento social y de esta manera, la economía social se fortalece.”
Para finalizar, Azucena instó a la población a que se informe, a revalorizar los alimentos de nuestras tierras y armar redes de compras comunitarias: “Pensamos que lo de afuera tiene más valor. El derecho a la alimentación lo primero que requiere es que derrotemos la ignorancia y que nos hagamos cargo. Nunca ha habido tanta información disponible a nivel alimentario como en esta época y sin embargo, tanta ignorancia alimentaria. Hay que animarse a comprar productos soberanos porque sí se puede y es fácil.”