“La salida es colectiva”: voces indígenas en el Día de la Resistencia de los Pueblos Originarios

En el marco de los 533 años de resistencia de los pueblos originarios, la activista Gloria Lázaro, integrante de la organización Kunan Wuarmis Mujeres Andinas y del espacio Argentina Humana, dialogó con La Mosquitera sobre la lucha actual de las comunidades indígenas, el trabajo por la recuperación de las lenguas ancestrales y la defensa del hábitat en los barrios populares del Valle de Uco.

Lázaro, quien también integra la Mesa Provincial de Barrios Populares, remarcó la importancia de los espacios de participación para visibilizar la resistencia que las comunidades sostienen desde hace siglos.

“Seguimos luchando contra todo tipo de opresión. No solo compartimos vivencias, sino también herramientas que hemos desarrollado para sobrevivir y seguir existiendo”, expresó.

La referente señaló que las mujeres indígenas desempeñan un rol central en la organización colectiva:

“No salimos solas. El trabajo siempre es mancomunado. La salida es colectiva”, afirmó.

Identidad, territorio y pertenencia

Desde Kunan Wuarmi, Lázaro impulsa la revitalización de las lenguas maternas, especialmente el quechua y el aymara, junto a mujeres migrantes de la comunidad boliviana y argentinas con raíces andinas. Explicó que este proceso no solo busca recuperar la lengua, sino también reconstruir la identidad indígena.

“Vamos comprendiendo que somos realmente hijas de la tierra. Nosotras pertenecemos a los territorios, no los territorios a nosotras”, destacó.

La dirigente advirtió sobre los desalojos y desplazamientos que atraviesan diversas comunidades en Mendoza y cuestionó la negación oficial sobre la existencia del pueblo mapuche en la provincia.

“Vemos cómo las comunidades son trasladadas o desalojadas de sus lugares ancestrales. Frente a eso, seguimos resistiendo con nuestras herramientas culturales, legales y comunitarias”, dijo.


Resistencia y trabajo conjunto

Lázaro vive en un barrio popular del Valle de Uco, donde desarrolla acciones junto a otras organizaciones sociales para defender el derecho al hábitat y al buen vivir. En ese contexto, valoró la articulación con el Observatorio de Discapacidad, encabezado por la activista Mónica Bascuñán.

“Hemos pensado cuánta gente de origen indígena no recibe evaluaciones adecuadas o no es escuchada. Por eso trabajamos de manera conjunta, porque la organización popular es la única respuesta”, señaló.

Finalmente, la referente subrayó la necesidad de mantener viva la esperanza y la solidaridad entre los pueblos:

“Nosotras tenemos que ser esperanzadoras. No tenemos otra alternativa. La organización comunitaria es nuestra forma de resistir.”

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