Amalia Ramíres, integrante de la Asamblea por los Bienes Comunes de Malargüe, se expresó en relación a los avances de los proyectos megamineros foráneos sobre las comunidades locales.
En relación al proyecto minero Cerro Amarillo que se ubica en las cuencas hídricas del Río Grande y del Río Atuel. “La comunidad puestera no ha sido consultada sobre este proyecto que viola varias leyes ambientales, como la misma 7722 o la ley nacional de Glaciares”, comentó Amalia Ramires sobre este proyecto que ya cuenta con media sanción en la Legislatura provincial y cuya aprobación comprometería seriamente a esas dos cuencias hídricas.
La zonas abarcadas por los proyectos megamineros comprenden zonas donde se realiza los arreos o veranadas donde las y los puesteros llevan estacionalmente a sus animales a los valles más altos para abastecerles de pastizajes y agua. Esto se suma a la preocupación sostenida por las y los lugareños de la cequía que les viene afectando desde hace una década.
“He visto hasta hace muy poco días cómo las veras de alturas de ese sector están prácticamente amarillas por la escasez de agua; sabemos que por el cambio climático las nevadas van a ser cada vez menos y también por el cambio de temperatura la nieve dura menos y ya hay un retroceso de glaciares muy importante, entonces los que están quedando deberíamos estar muy atentos y cuidarlos justamente porque son nuestras reservas de agua para las próximas décadas y los próximos años”, compartió Amalia y agregó: “Realmente procupa que tenga media sanción porque va a afectar al agua de los numerosos puesteros que están en ese sector y va a afectar a las vegas que está muy cerca además de los glaciares”.
Solo de la cuenca del Río Grande dependen más de 50 puestos de veranadas ubicadas a unos 60 kilómetros aguas abajo de la ubicación que pretenden los proyectos megamineros. “Realmente es preocupante y ver toda esta omisión de toda esta comunidad en el estudio del impacto ambiental“, subrayó Ramíres y añadió: “El control ambiental en Malargue prácticamente es nulo, ni siquiera se controla correctamente los residuos sólidos urbanos, imagínense qué control puede haber sobre estas actividades que generan impactos mucho más grandes e irreversibles en tiempos humanos”.
“Estamos asistiendo a una privatización de la Cordillera y a una negación de la ocupación de esos espacios a los pobladores que históricamente han ocupado estos territorios para la actividad ganadera trashumante”, alertó Ramíres.
Entrevista realizada en el programa “En Colectivo”, por La Mosquitera FM 88.1 , radio comunitaria.