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EDITORIAL
La cosa se está moviendo, señal que hay vida. Si hay vida, hay crisis, porque la crisis es cambio según el diccionario. El problema es que estos cambios siempre castigan con más fuerzas a los que están más indefensos.
Tenemos superministro, mega ministro o como quieran llamarle, en los medios hegemónicos repiten lo de la bala de plata. Lo cierto es que los nombres son más o menos son siempre los mismos de siempre, los que salen en la tele y te explican todo sin que nunca entiendas nada. Lo cierto es más allá de que los medios hegemónicos repitan lo de la bala de plata, es decir que esta podría ser la última oportunidad del gobierno.
Lo cierto es que vimos a este mismo gobierno dejar pasar oportunidades más que interesantes, VicentÍn por ejemplo, que hoy sería de gran ayuda al momento de regular la locura de las remarcaciones y el oligopolio de las productoras de alimentos en nuestro país. Otra oportunidad perdida, fue la de revisar la deuda que tomó la gestión con el F.M.I. ¿dónde está ese dinero? ¿por qué tenemos que pagarlo siempre nosotros? ¿dónde están los que se lo llevaron?
El control sobre el Paraná… en fin, podríamos continuar señalando oportunidades perdidas. Pero, claro que entendemos que si llega la derecha, esto se va a poner muy duro para las clases populares, lo sabemos, pero así como
vamos, cuesta ver que la cosa vaya a tomar un tinte favorable para los de abajo.
Por otro lado, tenemos al gobierno de Mendoza haciendo agua, la gente ha comenzado a manifestar su malestar, después de siete años, apretando siempre sobre las clases bajas y medias, siendo –estas últimas sobre todo- uno de los principales apoyos de la gestión radical- cambiemita en Mendoza. Sorprende ver los pocos reflejos que muestran para entender lo que sucede, continúan con el remanido cuento de que detrás de las protestas esta la oposición,
y estigmatizando a los trabajadores que están cansados – y en muchos casos desesperados – de que esta misma administración los haya dejado bajo la línea de la pobreza.
Suárez –Cornejo y sus ministros continúan jugando el juego que hasta ahora les dio resultado, promover la ultra polarización, la división y el juego de suma cero. Continúan volcanco siderales sumas de “nuestro” dinero en
pauta para que los medios hegemónicos locales les cuiden las espaldas, pero por primera vez, la gente está diciendo: Basta. Como muchas otras veces en nuestra provincia, quienes comenzaron el movimiento, son los docentes. Gremio
histórico, encabezado mayormente por mujeres, que parece haber despertado.
Mientras, los medios hegemónicos, ladran, los políticos ladran, las editoriales en horario central,
ladran. Ladran Sancho, señal que cabalgamos…