A pesar de que llevamos 3 años de estupendas cosechas, récord de exportaciones y bajas en el gasto público, cada vez está más duro “parar la olla”. Estuvimos la sede de ANSES ubicada en calle Eusebio Blanco donde se presentaron muchas mendocinas y mendocinos con motivo del otorgamiento del bono de emergencia.
En el sitio dialogamos con Matías quien nos contó por qué estaba ahí: “lo que me motiva es la plata, porque la necesito, porque estoy en situación de calle hace 3 años, necesito comprar cosas, pagar el alquiler porque estoy con mi mamá que también está en una mala racha económica…”. Sobre su día a día nos detalló: “… me las estoy arreglando como puedo, consigo en las iglesias de vez en cuando en la noche, si no tengo que estar comiendo de la basura…”.
También hablamos con María que hacía cola en la calle Eusebio Blanco: “… realmente uno viene para acá porque lo necesita, porque ahora como estamos hay mucha gente desocupada que no tiene ni siquiera ese bono, yo vine porque hace bastante tiempo que estoy sin trabajo, ya va a ser el tercer IFE este que vengo, porque yo tuve un accidente hace 3 años atrás y estoy con el tema del brazo que no puedo trabajar…. estoy en la nada, desocupada, tratando de salir adelante como vendedora ambulante, rebuscándome vendiendo plantas en ferias…”.
Respecto de cómo utilizaría el bono, María nos contó: “… estaba pensando de vender productos de limpieza en mi casa, invertirlo para poder incrementarlo, obvio también para mercaderías… tengo nietos chicos, darle una mano a mi hija que también cobra asignación pero no alcanza… es una ayuda muy grande que llega para la gente que realmente lo necesita”. Otro aspecto a destacar es que se están pidiendo más requisitos para poder acceder a este bono, sobre lo cual agregó : “… yo antes si hubiera tenido un vehículo o una moto no hubiera entrado, hay mucha gente que tiene un vehículo o una moto que lo usa para cartonear o para trabajar en otras cosas sin embargo no pueden cobrar el IFE, eso es medio injusto para mi ver… yo toda la vida he trabajado en empresas, en Masterfood, en varias empresas, en el gobierno, en cultura… y ahora me siento discapacitada… tratando de salir adelante cobrando una moneda que te dan como ayuda”. María está prácticamente afuera del sistema: “… tengo 42 años y siento que no estoy apta para esta sociedad, estoy pasando por varias cosas que me afectan psicológicamente, al ser una mujer ni tan joven ni muy mayor pero no tengo ni una entrada”.