LEER Y ESCRIBIR DESDE EL RITMO, LEER Y ESCRIBIR DESDE LAS IMÁGENES

Como cada jueves, la Biblioteca Popular La Mosquitera, llega al programa 5pal peso con su columna para compartir, en esta ocasión, una obra que está entre los estantes de la Biblio, “La ciudad de la música” de Luciano Rudman con ilustraciones de Laura Rudman.

Tuvimos la oportunidad de dialogar con ambos para conocerlos, para hablar sobre su vínculo con el arte, y en particular con esta obra.  Luciano, músico vinculado con la escritura por crianza; Laura, artista visual, pintora como le gusta que la llamen, juntos dieron vida a este poema narrativo con aroma a metáfora, con tipografías con armonía, y con una historia sobre una niña, Ana, en mundos apurados, y mundos musicales, donde la imagen dialoga hermosamente con este texto creando un recomendable libro-álbum.

Luciano Rudman nos contó cómo surge  La Ciudad de la música y cómo es el vínculo con la música:

 “Surgió por las profundas ganas de escribirle un cuento a mi hija Ana que es la protagonista (…) surge de eso, surgió hace varios años en realidad (…) fue hecho en la intimidad del hogar y de la relación de familia, y tiene que ver mucho con eso, con la relación con ella. (…) es un vínculo muy hermoso, y de ahí surgió por mi parte, las ganas de escribirle un cuento que años después, por incitativa de Laura, nos pareció que podía terminar editado, y se dio de esa manera.”

“El vínculo con la música en el cuento, es muy profundo no solamente desde la temática, que tiene que ver con la música , con una forma  de expresión y sobre todo de comunicación, es más profundo, yo que realmente no me considero escritor, cada vez que escribo una de mis principales preocupaciones o de mis interese, es el ritmo. Para mí, es muy importante, todo lo que leo me atrapa desde el ritmo, y todo lo que he escrito tiene que tener un componente rítmico, un sentido rítmico, una cadencia, por lo menos para mí. Después cada uno, lo leerá con su ritmo o sin ritmo ninguno pero yo para escribir necesito que tenga ritmo, que tenga tempo, que tenga pulso, entonces el vinculo con la música es como el condicionante, muchas veces, el ritmo determina el sentido o me fuerza a cambiar palabras, incluso frases enteras.”

Autor e ilustradora, compartieron cómo se dio la relación texto e imagen, relato e ilustración así como el trabajo conjunto que dio lugar al libro. En relación a esto,  Luciano nos decía:

“En cuanto a la ilustración, el vínculo es mi hermana entonces es bastante fácil en ese sentido mostrarle a ella algunas cosas escritas, y si ella tiene ganas, y tiempo e ideas, surgen estas cosas. En este caso, ella entendió, yo creo que está muy bien plasmada la ilustración porque va en el mismo sentido del relato, tiene la misma cadencia del relato, y el mismo público, es como si ella dibujara a sus hijos, los dibujos cuentan lo que cuenta el cuento, es muy fácil escribir y mostrar las cosas a alguien que sabes que lo a interpretar, y lo que lo puede reinterpretar, y buscarle la vuelta hasta que encaja.”

Por su parte, Laura nos comentó su vivencia:

“No me considero una trabajadora de la ilustración, una ilustradora, las veces que un texto me ha conmovido especialmente, y esto no quiere decir que sea bueno, aunque en este caso creo que es mágico, maravilloso, y he conectado con ese texto, visualizando las imágenes mientras iba leyéndolo, he podido llegar a ilustrar. El trabajo con la Ciudad de la música, fue maravilloso, fue fluido, algunas cosas fuimos conversando pero realmente teníamos una conexión con Luciano, que fue lo que permitió  que funcionaran juntos, el texto y las imágenes (…) imaginándonos cómo el texto iba a jugar gráficamente acompañando las imágenes porque el texto La ciudad de la música, la palabra en sí, la tipografía, el grosor, el color, también van contando la historia a su modo, y es una de las particularidades del libro.”

Para finalizar este encuentro sobre este libro, La ciudad de la música  el cual fue editado por Ediciones Culturales de Mendoza en el 2017 en nuestra provincia, charlamos sobre los aprendizajes, y cómo se llevó adelante este proceso:

“Aprendí mucho ilustrando ese texto, porque fui haciendo las imágenes como me influían, algunas verticales, otras horizontales, entonces el trabajo de la diseñadora cuando tuvo que armar el libro, fue muy arduo, y requirió en algunos casos que yo completara los dibujos, los hiciera más alargados, o hiciera una continuación para que el formato que habíamos elegido, que soñamos, que es este formato bien alargado, ese que permite que el libro se despliegue de las piernas de las mamá o el papá, o el tío, de las piernas del adulto a las piernas del niño, que quede como extendido y que los abarque a ambos, requería un formato especial, y eso, justamente eso ya no me va a volver a pasar con otros libros.”

“Nos gustó esta experiencia, también cuando se dio la posibilidad de editarlo que fue una sorpresa muy linda, de buscarle el formato que la estética del objeto libro sea un elemento más que cuente la misma historia al igual que las palabras y los dibujos, y bueno nos gustó, germinó en ganas de hacer más cosas, le mostré a Laura otros escritos, que obviamente que tiene que ver con unos de mis hijos en otro tono, y con otra rítmica, ya no hablándole tanto a él, sino un poco de él o lo que yo me imagino de él, y de su personalidad, con otro tipo de vuelo, y por supuesto, su interpretación de la ilustración es totalmente distinta, y veremos qué pasa con eso.”

Te invitamos a escuchar esta columna en el siguiente enlace: