LLEGÓ EL FMI, LA FÁBRICA MUNDIAL DE INDIGENTES

Ror Rubén Vigo

ORIGENES DEL FMI: Cuando la guita es lo que falta, no hay ninguna duda: unos la tienen, y otros vivimos buscándola. Claro, la gran pregunta es por qué estos ñatos del FMI (Fondo Monetario Internacional) la tienen toda y nosotros nada, bueno, esa es otra historia digna de contar. Este monstruo del dinero fue inventado en Julio del 1944, ¿dónde iba a nacer el hijo del dólar?…y sí, ahí, en Estados Unidos. La cunita del bebote de los morlacos fueron las Naciones Unidas, también se me viene la pregunta ¿Naciones Unidas para qué y para quiénes? Esa también es otra historia, seguro que para nuestro país NO y para el resto de los países en desarrollo: tampoco. En esa famosa Asamblea de las Naciones Unidas, 45 países se pusieron de acuerdo, y para que no se arme de nuevo el gran despelote que fue la depresión económica mundial del capitalismo, allá por 1930, se formó, con la participación de delegados de los llamados “países vencedores” de la Segunda Guerra Mundial, el Fondo Monetario Internacional. Así que en Marzo de 1947 empezó a operar el famoso y muy puteado usurero mundial, para ´-según ellos – otorgar estabilidad al sistema financiero internacional, fomentar la cooperación monetaria”, el crecimiento equilibrado del comercio”, la “estabilidad cambiariay el establecimiento de un “sistema multilateral” de desembolsos, para evitar lo que se venía produciendo con las devaluaciones en distintos países y evitar que éstas provocaran una nueva Gran Depresión. Indudablemente le erraron de acá a la China. Argentina fue invitada del recién nacido FMI, pero el Presidente Juan Domingo Perón, se negó a formar parte de la nueva criatura.

DESDE EL INICIO ANDUVIMOS A LAS PATADAS En 1955 se produjo el golpe militar que puso fin al gobierno democrático de Perón, un año después la autodenominada “Revolución Libertadora”, comenzó a abrazar a esta gente. Como para empezar, y para demostrarles que nos íbamos a poner de rodillas cuando ellos quisieran, se hizo la toma simbólica de algunas decenas de millones de dólares, aunque sea tímidamente, era la forma de estar dentro del mundo monetario que muy rápido iba a dejarnos en bolas y a los gritos. Nuestro país, por aquellos años andaba de golpe en golpe, la muchachada del FMI no lograba meter su facón hasta las entrañas pero insistía, porque si algo han demostrado a lo largo de la historia es que tienen paciencia, y están a la espera para manotear de dónde se pueda. Así es que aparecieron con pata ancha en la Dictadura Cívico Militar de 1976. El último golpe del siglo veinte, fue contra el Gobierno de Isabel de Perón, el fatídico 24 de Marzo de aquel año. La deuda externa dejada por el gobierno de Isabelita en aquellos tiempos, y voy a pedir que no se les revuelvan las tripas o se caguen de risa, era de la friolera de u$s 7000 millones, ¡¡ Nada más!! Así es, nada más. Es que nos hemos acostumbrado a ver tantos ceros ahora que 7000 lucas de millones parecen una ganga.

La Dictadura ´que estuvo en el gobierno del 76 a 1983, no solo le abrió al FMI la puerta de ingreso, sino también las ventanas, el techo y de paso también voltearon paredes para que pudiera entrar con más comodidad. Cuando se fueron los milicos, estábamos endeudados en 42000 millones de dólares. Bastante más de los que nos dejó Isabelita, pero todavía faltaban varios ceros para acercarnos a la actualidad.

LLEGA LA DEMOCRACIA CON ALFONSÍN y después el resto de los gobiernos. Cuando el Neoliberalismo entrega el país, siempre lo entrega endeudado, bien atado de patas y manos para que los que vengan a gobernar, recuperen como puedan las reservas del Banco Central que ellos se llevaron. Así fue y será siempre, unos endeudan y otros pagamos. La Dictadura endeudó, cerró industrias, y se fueron. Después que pagamos, y cuando más o menos parece que se puede mejorar la historia y la vida del pueblo, estos changos están atentos que hay guita y vuelven a llevarse lo que juntamos, abren las vías de escape de los dólares al exterior para sus cuevas en islitas, vacían las arcas y como quieren más, nos endeudan de nuevo y otra vez el despelote. Parece el cuento de nunca acabar, y lo es. Los pueblos insisten en votar a quienes ya los esquilmaron como si fuera su destino tropezar con la misma piedra, y encima los mismos nombres de los culpables y las mismas caras. En el último año de gestión de Raúl Alfonsín, el 26 de febrero de 1988, los que tenemos varios años en la mochila, seguro recordamos estos nombres, ministro economía Juan Vital Sourrouille y titular del BCRA José Luis Machinea, entre esos muchachos nos metieron en otro financiamiento. Pero después llegó Menem y amigos, Cavallo a la cabeza, plan de Convertibilidad, un peso argentino igual a un dólar y la mar en coche. Pasaron años de hambre y de más endeudamiento, un sector pequeño de la sociedad vivía en un país paralelo, como hoy digamos, les sobraba un mango siempre, cambiaban uno a uno los pesos y se la farreaban, y el resto de la población, pequeñas empresas, comercios, laburantes patas para arriba, bolsillos vacíos. Como hoy.

CON DE LA RUA EN MARZO DEL 2000, y estando nuevamente Machinea como Ministro de Economía, se concreta un nuevo acuerdo para que nos presten unos mangos. El FMI empieza a apretar: si quieren dólares hay que ir a Déficit Cero, ¿otra vez parecido a hoy no? Ajuste, más ajuste y después más ajuste. El pueblo en aquellas épocas flotaba como podía, comía donde le daban, y la poca guita que a alguien le sobraba iba a los bancos que pagaban intereses altísimos, igual que ahora. Pero, todo tienen su fin, y cuando desde el norte de la América le bajaron el pulgar a Cavallo – otra vez Cavallo – se acabó. No quedó un mango en el Banco Central ni en los bancos privados. Cuando quienes habían confiado dejando guardada la platita, ahorros muchas veces de toda una vida, fueron a buscarlos, se encontraron con que no había nada. Así se armó EL CORRALITO, el default de 144.000 millones de dólares y la peor crisis institucional de la Argentina. Cacerolas contra las persianas cerradas de los bancos, ollas populares, muertes, saqueos y más saqueos. A no volver a eso, a no llevar al país a eso, sin embargo hoy vemos como están volviendo a apuntar el Titanic directo hacía el iceberg.

UN RESPIRO EN EL 2004, los capos del FMI viajaron para entrevistarse con el entonces presidente Néstor Kirchner, justo cuando no teníamos un mango con qué pagar. Igual, tanto el  Presidente como su ministro de Economía Lavagna se negaron a hacer un ajuste fiscal importante. El plan era otra vez más recorte, menos jubilaciones, menos laburantes, más miseria. Fue así que las negociaciones fracasaron y el FMI y su muchachada levantó la oficina, se tomaron el buque y a los años se canceló la deuda de u$s 9500 millones con el FMI al mismo tiempo que lo hacía Brasil. Los dos países más grandes de América Latina le decían chau.

GRECIA DESPUÉS DE NUEVE AÑOS DEL FMI, ya no es el país que decían ejemplo de economía, ahora, las calles están vacías en el atardecer, los restaurantes buscan clientes desesperadamente y los comercios están cerrados en las zonas comerciales, la delincuencia aumentó y las familias quedaron sin casas, durmiendo a la intemperie. Parecido al hoy nuestro ¿no?  Pero es fácil y doloroso de entender, si desapareció el billete de las calles, si los asalariados y jubilados tienen un 30% al 50% menos de sus ingresos, el desempleo en el 25% apuntando al 30%. Hospitales sin medicamentos, ni camas, ni médicos. En resumen, el hambre comenzó a hacer su aparición en las grandes ciudades, mientras que los suicidios están creciendo, en un país abandonado al estrés y la desesperación.

LA ESPADA FILOSA DE LA VERDAD, cuando llega el FMI uno está en el infierno, en el horno. Cuando se llama al Señor del trono del dinero, es porque el país está fundido. Es porque nadie nos quiere dar un mango, porque sabe que no podemos pagar. Entonces llega la espada y atrás nuestro está la pared. El filo aprieta en la panza del país, el acero está frío y empujan para que duela un poco, que se sienta que debemos cumplir sino la guita no llega. El acuerdo con el FMI es un nuevo suicidio de la patria, porque prestan a cambio de soberanía, a entrega. La pregunta que uno se hace es: ¿en cuánto está de acuerdo el gobierno argentino con el Fondo? y la respuesta parece ser en casi todo.

El feudo nos pide: que el dólar flote solo, que valga lo que valga y suba lo que deba subir sin intervenir el Banco Central (un dólar a 30 o 40, lo que dé). Hay que bajar el gasto de los jubilados (aumentar la edad jubilatoria y bajar lo que cobran mensualmente). Nada de obras públicas, ni un mango para las provincias. Ley de flexibilidad laboral (menos sueldos, más horas de trabajo, menos aguinaldos). Miseria del pueblo para que paguemos y aún así no alcanza.

¿QUÉ SE NOS VIENE AHORA Y POR MUCHOS AÑOS?,  resumiendo, lo peor aún no llegó.

  1. a) Congelamiento de la contratación de empleados públicos (seguir echando empleados y no tomar nuevos).
  2. b) Nueva reforma previsional (aumentar la edad jubilatoria y bajar el cálculo de los aumentos trimestrales).
  3. c) Reducción de planes sociales (bajar las actualizaciones de los planes y eliminar todos los que se puedan).
  4. d) Recorte gastos varios (disminuir la compra de bienes, servicios y obras del Estado a todo nivel. (Se enviará menos dinero a las provincias, por eso se viene un futuro sin pesos y provincias imprimiendo monedas propias).
  5. e) Más personas deben pagar el impuesto a las ganancias (más clarito tirale agua).
  6. f) Menos empleados formales deben recibir las asignaciones familiares (una forma de disminuir los sueldos para quienes trabajan en blanco)
  7. g) Tipo de cambio devaluado y flotante (ya no interviene el Banco Central para controlar al dólar, entonces el dólar tendrá el valor que deseen los que más tienen, eso es más inflación).
  8. h) Reforma laboral (fácil despido, empleo temporario, controlar las paritarias a la baja, eso es menos trabajadores formales y con menos sueldo).
  9. i) Reducción de barreras proteccionistas (para que puedan entrar cada vez más productos importados lo que llevará a más cierre de industrias nacionales y más desocupación).
  10. j) Apertura a las inversión extranjeras (ingreso sin restricciones de capitales extranjeros provocará compras libres del territorio nacional y de empresas del Estado que se privatizarán).