Por Ruben Vigo
¿NEO QUÉ?, mirá que lo usan mucho al prefijo NEO, es más antiguo que los cayos. Fue inventado por los griegos y hoy está en boca de todos. NEO quiere decir NUEVO, entonces, explíquenme porqué no usan NUEVO y nos dejamos de joder con el NEO, nos complican la vida, lo hacen para sentirse diferentes, agrandados, snob, intelectuales, distintos, sabios. Aclarado el punto, voy a lo que parece va a ser, o está siendo, el mundo nuevo, el esperado siglo 21 donde los dueños de todo son pocos y los dueños de casi nada el resto. Claro que no prometieron eso, veíamos el siglo 21 como el despertar de las igualdades, la llegada de las tecnologías iban a ser para mejorar la calidad de vida de los seres humanos. Hay una frase cierta que usan y dice: “La tecnología es de quien la desarrolla, los recursos de la tierra son de toda la humanidad”. O sea, pagá por lo que desarrollan otros y entregá tu tierra para que te la saqueen.
MA QUÉ SIGLO 21, para atrás nos fuimos, llegamos a 1789. Parece que estos tipos tienen la máquina del tiempo, la película Volver al Futuro es un poroto. Por allá, en el siglo 18 es donde los franchutes empezaron a pegarle palos al pasado y decidieron armar algo distinto, se llamó la Revolución Francesa. ¿Y por qué se decidieron a armar semejante despelote?, porque las monarquías europeas habían manoteado toda la riqueza de las pueblos, se la llevaban completa. Entre los monarcas y sus cortesanos eran dueños de la perinola, la tiraban y salía todos ponen para que ellos se la guardaran. Cualquier asociación con la actualidad es pura metáfora de quien lee. Volviendo al túnel del tiempo, ese antiguo régimen detenía el desarrollo y el progreso, empezando por la gente que laburaba o no tenía laburo, y completando el combo con cada uno de los países que intentaban crecer. Claro que nada surge entre dos gatos locos que se les ocurre armar la revuelta, no, venía levantando presión de hacía años y los que tenían la sartén por el mango cada vez fueron quedando más solos. Y pumba, llegó ese mes de Julio Francés y a la “mer” con todo, monarca, cortesanos y amigos, todos pata para arriba. La toma de la Bastilla, que no es un antibiótico turco, sino el inicio de una nueva era, hablaba de algo hermoso, lírico, justo, aquellos humanos vistos desde nuestra época, con nuestros ojos, nos parecen reboludos porque hablaban de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que para eso se había realizado esa Revolución, y salieron a las calles con banderas, abrazos, aplausos y sonrisas. Ingenuos, ayer y hoy nuestro código genético es el individualismo, y los genes vienen transmitiéndose de época en época. Cada cual se mira su propio ombligo y cómo salvarse, en vez de usar el ayudarnos, el salvarnos en plural.
TOMÁ LA “BASTILLA” DEL CAPITALISMO QUE TE HARÁ BIEN, pero no parece, algo tóxico tiene esa “bastilla”, sin nombrar a Monsanto. Igual, la alegría corría por las calles, ahora el individualismo de unos pocos sería el individualismo de todos, fiesta más fiesta. El Estado ahora sería de los pueblos, el Estado vendría a proteger a quienes son más débiles, a cuidar que los ricos no se lleven la torta, el Estado sería de cada ciudadano por medio de sus representantes elegidos, esos representantes velarían para que esa hermosa frase se haga realidad: “Libertad, Igualdad y Fraternidad”. Pero la genética que nos viene corriendo por dentro empezó a funcionar, y las sociedades se olvidaron de las proclamas de amor y paz, y los que tienen guita comenzaron su ideología de acaparar. El Capitalismo está borracho de tanto triunfo y de juntarla con pala, no ve que su futuro depende que existan quienes compramos, que los billetes terminarán siendo sólo billetes, montaña de papeles. Van a tener que usar la fuerza para hacer trabajar a los laburantes por nada, a los palos y a las balas van a tener que imponer sus leyes y obligaciones, digamos, como en los feudos.
SIGLO 20 CAMBALACHE, SIGLO 21 FEUDALISMO, SIGLO 22 QUISIYO…, y, ¿otra Bastilla? ¿Será antes del siglo 22? En todos lados se habla de la Crisis, aprietan, bajan sueldos, achican el Estado, achican los controles, a quien se vota al otro día se vende, quienes prometen y no cumplen, flor de quilombo. Los números dominan, los mercados mandan, cada día unos pocos tienen más guita y más empresas, los restantes sin laburo o laburando por nada, pagando impuestos, eso sí, pagando, siempre pagando. Vamos para atrás como el cangrejo, esto no es futuro, vamos hacia la Edad Media, las empresas privadas se están morfando la cosa pública, la de cada habitante, gas, agua, electricidad, combustibles, todo se vende, todo se negocia, los dueños son privados, no es del País, de cada habitante, riquezas de pocos, como en los Feudos, en las Monarquías, las ganancias se las guardan.
Para muestra: “en los feudos tenían que pagar por todos los servicios (molino, horno, herrería, puente, etc.) así como realizar todos los trabajos que el señor les encomendaba, siempre por el bien del feudo, todo para el patrón, sumale a eso, impuestos”. Aquellos habitantes del planeta, ante tanta miseria se rebelaban, y por supuesto los reprimían. ¿Parecido no? Ahora, hoy: “nos hacen pagar por cuantos servicios necesitemos utilizar, pagamos por la asistencia médica, pagamos por la educación, pagamos por el agua, pagamos por el gas, pagamos por la electricidad, pagamos por el plan de jubilación, pagamos por la seguridad… pagamos por todo a precio de otro país, pero con sueldos del nuestro”. Somos siervos como antes de La Bastilla. Quienes viven de los pueblos ni siquiera arriesgan, cuando hay ganancias se las llevan lejos y cuando sus empresas dan pérdidas nos obligan a que las paguemos desde el Estado, a puro sufrimiento tuyo y mío.
La luz al final del túnel parece que es el Neofeudalismo, nos hemos caído del futuro para llegar, sin haber decidido, a la Edad Media.