¡¡¡MAMÁ!!! … AHÍ VIENE EL DÓLAR

Por Ruben Vigo

PASARON 17 AÑOS DEL GRAN DESPELOTE, años más… años menos, y ya está de vuelta, lo tenemos golpeando a la Patria. Señoras y señores, llegó el verde. Nos pateó la puerta sin pedir permiso. El billete que pocos tienen y que a muchos jode, está sentadito ahí en la cocina, morfándose todo lo que hay en la heladera y en los estantes. Uno intenta hacer lo del avestruz, meter la cabeza debajo de la tierra para no ver, pero siempre queda parte del cuerpo afuera, y lo que queda afuera siempre lo encuentra otro invitado, el Fondo Monetario Internacional, conocido en el barrio como el FMI, íntimo amigo del Dólar y de los gringos del Norte.

Quien avisa no traiciona, desde el comienzo, se sabía cómo iba a venir la mano, desde las primeras medidas económicas del gobierno actual, allá por el 2016, era fácil de entender que: “gente, por acá desbarrancamos”. Pero claro, uno se puede equivocar, se habló tanto de la esperanza, de la luz al final del túnel, de la pobreza cero, de tengamos fe yo creo en el amor, que a uno se le vienen esas ganas de confiar en la tele, en la radio, en la gente, porque alguna frase dice: los pueblos nunca se equivocan. Pero también hay otras frases como: los pueblos se merecen lo que tienen.

Vamos a las medidas económicas: cualquier país necesita una moneda internacional para comprar en el mundo lo que no produce. Nosotros usamos al Dólar. Si no tenés dólares porque no exportás, tenés que pedir prestado, te endeudás. Acá está el despelote. Si debíamos dólares por la deuda y no tenemos con qué pagar, nos tenemos que endeudar para pagar deudas, y eso, eso sí es una bola de nieve.

¿QUÉ EXPORTA ARGENTINA? El ingreso de dólares, lamentablemente viene en su mayoría de granos y carne, es nuestro fuerte. El gobierno qué les dijo a sus amigos del supercampo: tranqui gente, les bajamos los impuestos y de yapa vendan sus granos cuando quieran, y miren la mano que les damos, traigan esos dólares de las ventas cuando se les cante, dentro de un mes, un año, cien años. ¿No tenemos verdes en el Banco Central y estos changos del Gobierno le dicen a quienes pueden conseguirlos que los traigan cuando se les cante? O Argentina es muy boluda o alguien le está haciendo un agujero para que se hunda. Mientras escribo tengo los ojos abiertos como dos huevos fritos, ni parpadeo observando cómo caen las reservas del Banco Central y cómo en las pizarras de las casas de cambio el verde crece y crece. En los súper sale humo de las maquinitas que remarcan los precios y los sueldos entraron en una depresión que ni respiran.

NOS DECÍAN QUE TODO ESTABA BONITO, que íbamos por buen camino, que había en el Banco Central miles de millones de dólares: “PUEBLO ARGENTINO, DUERMAN SIN FRAZADA PORQUE NUNCA TUVIMOS TANTOS DÓLARES DE RESERVA COMO EN ESTA ÉPOCA”, y nos quedamos más que tranqui con eso, es más, pensamos: “¡¡SOMOS RIIIIICOOOOSS!!”. Pero, siempre hay un pero. Vamos contando la verdad. Los dólares que hay en el Banco Central son todos prestados, hemos vivido estos últimos años del mangazo, nos empernaron en más de 100000 millones de dólares, se me cae la pera de sólo leerlo, cien mil millones de dólares en dos años y un cachito. O sea que, lo que dicen que es nuestro ¿no es nuestro? ¿Dónde está la guita? La verdad, se la boletearon hacia fuera, abrieron las puertas del Banco Central y chau, a otro ispa. ¿Quién va a traer verdes al País si los ministros que gobiernan los tienen afuera?, hasta alguno de esos Ministros se le ocurrió decir: Dejo mis dólares en el exterior hasta que haya seguridad en Argentina.  Él es un Ministro, y tiene miedo de él mismo. ¡¡¡¡Mamáaaaaaaa!!!! Encima, a las reservas también le suman los dólares que hay en los bancos y que pertenecen a los clientes, cada compatriota colabora sin saber con ese fondo de todos y si se acaba, andá a cantarle a Gardel y ensayá con la cacerola los primeros compases. Otros dólares de reserva son los golondrinas, entran fácil al país, porque los dejan, los cambian por pesos, esos pesos los ponen en altos intereses en Letras del Tesoro (las famosos LEBACs) y cuando ven turbulencia rajan. Nos están chupando los verdes y nadie los frena.

Los Bancos y las economías de los países, dependen de la credibilidad. En el 2001 el pueblo golpeaba las persianas para que le devuelvan su dinero y el dinero no estaba, digo, cómo hizo todo un pueblo para creer de nuevo en los Bancos que los saquearon, pero acá estamos, al borde del abismo nuevamente. Se vinieron las devaluaciones, las corridas, la inflación y el miedo. Miedo a perder los ahorritos, miedo a perder el empleo, miedo por la inseguridad, miedo a que falte un techo y un plato de comida. Otra vez un pueblo devastado.