El territorio mendocino vuelve a ser escenario de una movilización histórica. Frente al avance del extractivismo y la desoída voluntad popular por parte de la clase política, las comunidades han decidido, una vez más, ejercer su derecho a la autodeterminación. Desde los cuatro puntos cardinales, asambleas, vecinos y organizaciones confluyen en una caminata épica hacia la Legislatura para rechazar el proyecto minero San Jorge y defender los bienes comunes.
Uspallata marca el camino
Desde la alta montaña, la resistencia avanza con firmeza. Federico Soria, ambientalista de Uspallata, describe el clima de la marcha que cuenta con cientos de personas decididas a llegar al kilómetro cero. El reclamo es claro y contundente: no solo se exige el freno a la megaminería, sino el cese de la persecución política. La asamblea lleva un petitorio que exige “el rechazo a Minera San Jorge, el archivo definitivo del expediente… la creación del área natural protegida Uspallata Polvaredas” y fundamentalmente “el desprocesamiento de todos los compañeras y compañeros defensores del agua… en aplicación al acuerdo de Escazú”.
Escuchá la entrevista completa a Federico Soria:
En este caminar colectivo, el arte se vuelve trinchera y memoria. Te invitamos a escuchar el poema “Mendozagua”, de Nora Bruccoleri, un grito lírico que acompaña el paso de los caminantes.
Escuchá el poema aquí, en voz de Leandro Poroyán:
La unidad del pueblo frente a la indiferencia oficial
La articulación entre los distintos departamentos demuestra que la licencia social no existe. Eliana, vecina autoconvocada de Rivadavia que marcha junto a la columna de Uspallata, define este momento con claridad política: “Es un día más de lucha, día más de resistencia, un día más entre tantos otros donde nos negamos a hacer minera San Jorge”.
Mientras el pueblo se organiza pacíficamente, existe la alerta sobre el accionar de las fuerzas de seguridad, recordando que el Estado muchas veces “elige a quién proteger… a las mineras o a quienes defendemos el agua”. Sin embargo, la convicción es inquebrantable: “El territorio de Mendoza ya tiene muy bien claro qué es lo que quiere y qué es lo que no quiere”.
Escuchá la entrevista completa a Eliana:
Las voces se multiplican en la ruta. Te invitamos a escuchar un testimonio directo desde la marcha de San Carlos, donde se siente el pulso de quienes dejan sus hogares para defender el futuro de todos.
Escuchá el testimonio de San Carlos aquí:
Solidaridad en el Valle de Uco
La caminata no es solo un acto de protesta, sino de construcción de tejido social. Flor, vecina de San Carlos, relata cómo la comunidad sostiene a los marchantes, rompiendo con el individualismo que intenta imponer el sistema. “Lo mágico de esta gesta [es] que la gente espontáneamente aparece y te convida… estamos contenidos, cuidados”. La llegada de las columnas del Valle de Uco se espera con gran expectativa, demostrando que la defensa del agua trasciende fronteras departamentales.
Escuchá la entrevista completa a Flor:
La defensa del agua es transversal a la producción y al trabajo de la tierra. A continuación, escuchá la convocatoria a marchar de los contratistas de viña, quienes saben mejor que nadie que sin agua no hay vendimia ni trabajo digno.
Escuchá la convocatoria aquí:
Un imperativo ético y moral
El rechazo a la megaminería ha unido a diversos sectores bajo una misma bandera ética. La Mesa de Diálogo de Mendoza, integrada por la Iglesia Católica, asambleas y ONGs, ha emitido un comunicado contundente. No se trata solo de cuestiones técnicas, sino de derechos humanos fundamentales. El documento advierte sobre una Declaración de Impacto Ambiental “condicionada, o sea, con vacíos y vicios… ilegal e ilegítima”. El mensaje a los legisladores es un clamor por la racionalidad y la vida: “El agua vale más que el oro. El agua es vida… rechazamos proyectos que atentan contra derechos fundamentales e inalienables de la persona”.
Escuchá el comunicado completo de la Mesa de Diálogo:
El ADN de un pueblo de montaña
Nora Moyano, referente histórica de la lucha socioambiental, sintetiza el espíritu de estas jornadas. Con una vigilia (“La Desvelada”) en la Plaza Independencia y la llegada masiva al Nudo Vial, el pueblo le recuerda a sus representantes su deber. Moyano denuncia la complicidad institucional y la censura científica, pero rescata la fuerza colectiva: “Es épico, es histórico lo que estamos construyendo entre todos juntos… el agua la llevamos en el ADN de nuestros propios cuerpos, somos pueblos de montaña y obviamente que no vamos a permitir que la envenenen”.