La nueva ley de Bases y código minero traerán consecuencias en nuestro medio ambiente y particularmente en el agua, dialogamos sobre ello con Ana Silvina Pereyra, integrante de la Asamblea Ambiental de la Zona Este.
Sobre la ley de Bases expresó: “…es una regresión, una pérdida de derechos adquiridos en el ámbito ambiental, laboral, cultural como previsional, todos igualmente importantes para nuestra vida… avanzar en esta ley es avanzar a nivel nacional sobre el agua, los mares, sobre el monte argentino. Los gobiernos de turno imponen el extractivismo como la única salida de la pobreza… prometen desarrollo, progreso, trabajo, pero sabemos que no es así, si no, nombremos qué pueblo donde ha habido minería sea enriquecido…”
Respecto del nuevo código procesal minero provincial, comentó: “…nos damos cuenta que queda claro que los que gobiernan son las corporaciones, el mercado, el FMI, representados por los políticos argentinos, y que el único interés es consolidad un régimen político colonial. Un país que vende sus bienes naturales, entrega sus derechos básicos como electricidad, gas, agua, a capitales extranjeros está vendiendo su autonomía política y por supuesto su soberanía nacional…” Para luego afirmar con contundencia la postura de la Asamblea: “… montaña y ríos libres de contaminación para que los pueblos tengan agua pura…”
Concretamente el nuevo código minero: “…para la declaración del impacto ambiental el procedimiento establecido sería el de la Nación y no por las disposiciones de las leyes ambientales de Mendoza, que se saltearían…”
Respondió a los dichos de la vicegobernadora respecto de que la ley 7722 frena el desarrollo de Mendoza: “… no es así, lo que frenan las leyes medioambientales es la contaminación y el saqueo descomunal que sufre Mendoza, Argentina, Latinoamérica desde que vino Colón. El desarrollo lo único que lo frena es la falta de políticas productivas donde se estimule el avance de las economías regionales…” Para luego poner el ejemplo de Malargüe, que no tiene desarrollo industrial y buena parte de la población ni siquiera tiene gas natural.