“NO ES ILEGAL LO QUE ESTÁN HACIENDO, ES INMORAL”

Así describió Jennifer Ibarra lo ocurrido el pasado fin de semana, en la zona de Potrerillos, donde se arrasaron 200 hectáreas donde habían bosques de chañares, algarrobo y además, centenares de plantas de jarilla.

No solo es una tragedia a nivel ambiental este hecho, sino también, este terreno pensaba ser destino a un área protegida, la Reserva El Jarillal. Lamentablemente, ese sueño se vio truncado por los intereses económicos de diferentes empresas.

Dialogamos con Jennifer Ibarra de la Fundación Cullunche y de Guardianes del Arbolado, una de las fundadoras de este proyecto que no pudo hacerse realidad.

“Hace unos años pusimos la atención sobre un manto de jarilla que está sobre ruta 7 camino a Potrerillos, era un terreno que queríamos conservar le habíamos puesto Reserva El Jarillal. Comenzamos en el 2019 a trabajar con la gente de la municipalidad de Luján, el Consejo Deliberante declara de interés la preservación de este entorno y para solicitar que fuera reserva, tuvimos que continuar el proceso en la legislatura porque eran terrenos fiscales. Finalmente, en febrero del 2022 ingresa este proyecto a la legislatura para que estas 200 hectáreas sean declaradas reserva provincial.”

Estas 200 hectáreas limitan hacia el oeste con lo que se conoce como Agua del Pizarro, hacia el norte con el Río Mendoza, hacia el este con terrenos de Cencosud y hacia el sur se encuentra la ruta 7. Hace dos  meses, la Comisión de Ambiente recibió a la gente de la Fundación Cullunche y se les informó que el terreno había sido adjudicado a una empresa mendocina de energía para que instalen un parque solar.

“La idea de este parque no es enviar energía a los hogares sino enviar energía a la destilería”, apuntó Jennifer y agregó: “Apenas pasaron las elecciones comenzó el desmonte”.

“Ese terreno estaba en su punto máximo de madurez, nunca había sido incendiado, no había sido impactado, sin contaminación de rosa mosqueta;  habiendo terrenos impactados donde se podría haber hecho los paneles solares”, comentó con pesar Jennifer.

“Nos mandaba humedad de oeste a este, nos protegía de los aluviones, de la morigeración de la temperatura y de los climas, además era un banco de biodiversidad, un corredor biológico y servía de protección para la fauna del lugar. Por otro lado, estamos en plena época de nidificación de las aves, entonces no entiendo cómo pueden autorizar esto en este momento”, concluyó Jennifer quien lleva años luchando por mejorar y preservar la flora y la fauna de la provincia.

La empresa que ganó la licitación es Aconcagua Energía y es una empresa petrolera, lamentablemente, a nivel legal no hay nada por hacer, pero sí demostrar el enojo que produce este tipo de acciones. Recordemos que en la provincia existe la Ley 7618 que declara a la jarilla como flor provincial y el 10 de noviembre como su día, e insta a su cuidado y preservación. Muchas veces, los intereses económicos pasan por sobre las leyes.