En recorrida por las calles mendocinas para conocer los diferentes oficios y saber cuál es la realidad vivida por los trabajad@res callejer@s y ambulantes.
Osvaldo, cafetero céntrico contó que hace 8 años que desarrollaba esa actividad, adoptada después de jubilarse.
Contó que comienza a las 3:30 de la mañana comprando el café y las tortitas y a las 11:30 de la mañana va cerrando su jornada laboral, otra característica es que debe ir moviéndose no pueden quedarse quietos.
Para trabajar de cafetero debemos tener permiso municipal, libreta sanitaria, tenemos una zona demarcada que debemos respetar.
Expresó que “si bien le costo ya tiene su clientela y que sus ganancias le alcanzan para solventar los gastos de la economía familiar”.
Por otro lado, Roberto, lustrabotas quien relató “que hace más de 20 años que labura con esto, en la Avenida San Martin, tengo muy buena clientela y no me puedo quejar”.
“Es un trabajo donde uno no se hace rico, pero por lo menos va a vivir bien… me mantengo con esto pago mi pensión, además hace dos años que me jubile”, dijo.
Contó sobre su oficio, que muchos clientes le traen zapatos para lustrar es un trabajo honrado del que he vivido casi toda mi vida.
“Mi jornada laboral es de lunes a viernes de 10 hs a 14 hs, el sábado no vengo y tampoco los días que llueve, porque la gente no se lustra”, contó.