Por Rubén Vigo
Siempre se dice, para mostrar la decadencia del bienestar de los pueblos, que los precios van por el ascensor y los sueldos por la escalera, hoy queda vieja esa frase, porque los precios van en avión y los sueldos en Manuelita la tortuga, que encima a la pobre, la echaron de Pehuajo porque no podía pagar el alquiler. Para aquellos que fueron echados, o lo serán en breve, va peor la cosa, porque en caída libre intentan arañar los pastitos que crecen por el borde de la montaña, intentando así, que el golpe no sea mortal.
La verdad, es que hoy tenemos que estar felices de que no llegó mañana, ¡¡alegría, alegría!!, aunque todo es caro hay que disfrutar el día, aunque el bolsillo no resista los embates de la leche, el pan, la carne, el gas, etc., hay que vivir el hoy con felicidad, disfrutemos la fiestita porque hoy, hoy alcanzamos al día quince, mañana desgraciadamente alcanzaremos al día catorce, y no vale la pena explicar que pasará dentro de un mes o dentro de un año, por supuesto si tenemos el bendito sueldo o una entrada por la casualidad y fortuna de alguna changa.
En notas anteriores, intentando desde el sentido común dar algunas opiniones sobre economía, planteando que para el pueblo y el país lo mejor es la distribución equitativa de las riquezas, decía que avanzábamos hacia un mal futuro, que el neoliberalismo, o como lo queramos llamar, es malito malito, viendo lo que hizo históricamente en nuestro país, como en el resto del mundo, es muy malito malito. Porque de la torta de guita que se consigue laburando entre todos, ellos siempre se morfan las tajadas más grandes, y lo peor es que no son muchos, el resto: a llorar a la iglesia.
Para hablar sobre economía, no hay que ser un experto ni un gran estudioso, hay grandes economistas que salen por los medios haciendo análisis complejos y hablando raro, para esa gente, las opiniones de las barriadas, las que sufren las decisiones de ciertos genios de las finanzas, no tienen validez, no tienen fundamento, somos nabos que no sabemos.
Pero aplicando el sentido común uno se pregunta, ¿para qué devaluaron en Diciembre del 2015 si nos metieron una inflación del mismo valor que la devaluación y hoy estamos como entonces, atrasados con el dólar?
Uno se pregunta, si todo subió, subió y subió, menos los sueldos, ¿el objetivo entonces fue bajar los sueldos en dólares?
Uno se pregunta, hay sueldos porque hay empresas abiertas, pero si dejan importar de todo con precios más bajos, nuestras empresas no pueden competir, por lo tanto cierran.
Uno se pregunta, si los créditos para la gente están por las nubes, nadie puede sacar créditos o son tan caros que no podemos pagarlos, entonces nos fundimos junto con las pequeñas empresas.
Uno se pregunta, si las jubilaciones dependen del ingreso por IVA, o sea lo que se vende emitiendo factura, y cada día se vende menos, si las jubilaciones dependen de que haya muchos trabajadores aportando y hay cada vez hay menos trabajadores trabajando, el futuro es que no habrá dinero para pagar jubilaciones.
Uno se pregunta, cada día estamos más endeudados en dólares con prestamistas del exterior, lo que hace que para el año 2018 tengamos que pagar mucha más deuda externa que la que pagábamos, y si los dólares para pagarlos llegan de las exportaciones y cada vez exportamos menos, ¿eso significa que para pagar deuda externa vamos a tener que tomar más deuda externa?, ¿cuando alguien diga no les prestamos más, todo explotará como nos ha pasado?
Uno se pregunta, ¿por qué nos prestan dólares?, ¿será para dejarnos de rodillas, y cuando ya no podamos pagar, los más usureros del mundo nos van pedir a cambio todas las riquezas que nos quedan para el beneficio de muy pocos?
Uno se pregunta, si aumentan el gas, la electricidad, el agua, el combustible, es lógico que todo aumente, es lógico que no nos alcance para consumir leche, o subir al colectivo, es lógico que sino podemos comprar ni pan las empresas cierren, es lógico que si hay más desocupados hay menos compradores, ¿entonces si todos estamos más pobres porqué algunos están más ricos?
Hay más preguntas como para armar una enciclopedia, y esas, las más sencillas, son las más complicadas de contestar para los economistas bochos que andan por las radios y los canales explicando lo inexplicable. En los barrios dos por dos es cuatro che, y cuando no alcanza no alcanza, pero para esta gente dos por dos puede ser seis. Por eso hay que disfrutar lo mal que estamos hoy, porque mañana será peor sino hay un cambio brutal en el plan económico.
Uno se pregunta, ¿y si no hay un cambio?, entonces, gente, a disfrutar ya, porque mañana…