En la antesala de una nueva Marcha del Orgullo, Marito Vargas (integrante de la Coordinadora por la Diversidad Sexual) revisita aquel 2010 en el que un pequeño grupo decidió plantarse en el espacio público en pleno debate por el matrimonio igualitario. “Éramos muy poquita gente… éramos 30 personas” recuerda, contrastando ese gesto inaugural con la ofensiva actual que busca reinstalar miedo y disciplinamiento social. Frente a discursos de odio cada vez más explícitos, Vargas remarca que “ser diferente no implique ser desigual” es una disputa central y vigente.
El contexto político marca hoy un retroceso evidente, donde la diversidad vuelve a ser utilizada como enemigo interno para justificar ajustes y exclusión. Vargas lo señala sin rodeos: “Él necesita generar divisiones y odios para seguir implementando el desastre económico que están haciendo” y advierte que estos discursos tienen consecuencias materiales: “El cuerpo siempre lo terminamos poniendo nosotros”. En esa línea, denuncia la violencia institucional y los crímenes de odio recientes, que crecen a la par de la legitimación política del prejuicio.
La situación del colectivo travesti-trans representa el punto más crítico. “Cuando se echó a la mayoría de las compañeras que habían ingresado por el cupo, se vuelve a lo mismo”, explica, señalando cómo la exclusión empuja nuevamente hacia la precarización extrema: “hay compañeras que hemos tenido que despedir… la exclusión te va al narcomenudeo, a las adicciones, a la prostitución”. La defensa del cupo y de las instituciones desmanteladas es, para Vargas, inseparable de la lucha por igualdad real.
En ese camino, insiste en que la diversidad no es un eslogan ni un nicho de mercado, sino una bandera que exige redistribución, trabajo y justicia social: “queremos tener trabajo, salud, justicia, educación para poder vivir”. La marcha, afirma, es memoria, reclamo y celebración, pero también una herramienta para disputar futuro en un país que vuelve a poner en riesgo conquistas históricas.
Para escuchar la entrevista completa y profundizar en estas reflexiones, te invitamos a reproducir el audio: