Mario Guillermo Ocampo fue condenado por el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 a la pena máxima por privaciones ilegítimas de libertad, tormentos y un caso de desaparición forzada correspondientes a víctimas de San Rafael. El militar fue hallado responsable de los 12 casos como tercero al mando en la Compañía de Ingenieros de Montaña 8 del Ejército.
El 12° juicio comenzó el 22 de marzo de este año y analizó la participación de Ocampo en una serie de secuestros ocurridos en San Rafael entre marzo y noviembre de 1976: las detenciones de Sergio Chaki, Roberto Rolando Flores, Hugo Riera, Mario Héctor Bracamonte, Luis Enrique Barahona, Pedro Ítalo Carrozo, Rodolfo Ibáñez, Héctor Masini, Germán Ríos, Humberto Ramón Roca, Diego Pousadela y la desaparición de José Guillermo Berón. Si bien los delitos ya habían sido reconstruidos en procesos previos, Ocampo no pudo ser investigado porque permaneció prófugo de la justicia entre 2012 y 2019. (Fuente: Lesa Humanidad Mendoza).
María Esther Dauverne, ex presa política e integrante del colectivo de Ex presos y ex presas políticas de San Rafael, expresó durante la jornada vivida: “En el año 76, estando embarazada me llevaron con mi hijo de un año y cuatro meses y mi marido; y mi papá también estaba detenido…. en ésa época éramos tomados como preso común pero después gracias a estos juicios hemos recuperado la dignidad que habíamos perdido en esa época“.
Dauverne remarcó el pedido de la querella en relación al pedido de cadena perpetua para los represores, que sea cumplida en cárcel común y no en prisión domiciliaria. “A nosotros nos tuvieron encerrados en calavoso de tribunales del Poder Judicial de San Rafael, donde ahora estamos pidiendo que se hagan lugares de memoria para San Rafael”.
Sobre la reciente extradición del cura sanrafaelino Franco Reverberi Boschi – miembro del grupo de tareas del centro clandestino “La Casa Departamental”, que durante la dictadura funcionó en dependencias de los tribunales de San Rafael y que huyó hacia Italia en el 2011 para no ser indagado- Dauverne remarcó la responsabilidad del clero durante la dictadura militar: “Esperemos que llegue y se pueda hacer el juicio como corresponde, esperemos que se haga jusitica y que saquen un cuadro que hay de este hombre en la Iglesia de Santos de Las Rosas porque no es un santo, fue un torturador, un genocida, y como eso lo tienen que juzgar”.
Compartimos la corresponsalía de La Mosquitera.
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