En una nueva entrega de la columna de Biología en Radio Comunitaria La Mosquitera, la bióloga Silvina Vélez abordó un tema que generó inquietud entre los oyentes: la presencia de mosquitos durante el invierno. A pesar de que comúnmente se los asocia con el verano, su aparición en pleno mes de junio ha despertado curiosidad y preocupación en la comunidad.
Durante la entrevista, Vélez explicó que la clave para entender este fenómeno está en el ciclo biológico del Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue, especie que se ha adaptado a entornos urbanos y que en los últimos años se ha consolidado como una preocupación sanitaria en Mendoza.
Según la especialista, los huevos de esta especie poseen una notable resistencia a la desecación y a las bajas temperaturas. De hecho, pueden permanecer viables durante todo el invierno en ambientes secos hasta que condiciones favorables, como el aumento de la temperatura o el contacto con el agua, desencadenan su eclosión. “Podemos tener mosquitos potenciales durante todo el invierno, escondidos en esos huevos que aguardan el momento oportuno para activarse”, explicó Vélez.
Asimismo, destacó que el Aedes aegypti fue erradicado de Argentina en 1965, pero reingresó al país desde el litoral en 1987. En Mendoza, los primeros registros de su reaparición datan del año 2000. Desde entonces, su presencia se ha hecho cada vez más frecuente, en parte debido a inviernos menos rigurosos y a la expansión de ambientes urbanos favorables para su reproducción.
La bióloga detalló además que solo las hembras pican, ya que necesitan proteínas presentes en la sangre para completar su ciclo reproductivo. “La saliva que inyectan antes de picar contiene anticoagulantes que les permiten absorber la sangre sin que se coagule. Si el mosquito está infectado con el virus del dengue, esa saliva puede transmitir la enfermedad al ser humano”, advirtió Vélez.
El ciclo de vida del mosquito, que incluye etapas de huevo, larva, pupa y adulto, puede completarse en tan solo una semana si las condiciones son óptimas. Esto, sumado a la capacidad de los huevos para resistir sin agua por largo tiempo, convierte a objetos cotidianos como floreros, cubiertas o piletas desmontables en criaderos ideales.
Vélez también desmintió algunos mitos comunes, como que el mosquito sólo se reproduce en agua limpia o que la fumigación masiva es la mejor solución. “La fumigación puede matar a otros insectos que cumplen funciones ecológicas importantes. Lo más efectivo es prevenir y eliminar los criaderos”, afirmó, al tiempo que destacó iniciativas como la liberación de machos estériles, que impiden la reproducción del mosquito.
Compartimos a continuación la entrevista en el aire de Radio Comunitaria La Mosquitera FM 88.1