PUBLICIDAD ESTATAL: LA PAUTA QUE LOS PARIÓ

LLORAN TODOS CUANDO LES FALTA, la pauta publicitaria del estado es como la teta para los bebés, cuando se la sacan o se acabó la leche, hacen berrinches. Los gobiernos tienen que difundir lo que hacen, es su deber informar al pueblo cómo gastan nuestra guita en obras o qué se yo que otra cosa importante, ¿y cómo lo hacen?, por medio de publicidades, así tienen que informarnos lo bien que gobiernan, lo bien que llevan la economía, la cantidad de rutas que hacen, de escuelas que levantan, de hospitales que nos sanan, eso sí, de todo nos tienen que informar, pero nunca de los errores u horrores, no van a difundir las cagadas que se mandan, eso que lo hagan otros, y cuanto menos sean esos otros, mejor. Sobre lo malo hay que vigilar que muchos digan nada y pocos digan poco.

Los gobiernos, para que puedan difundir lo perfecto que manejan el barco, no sólo informan por los medios oficiales como: Radio Nacional o la llamada Televisión Pública, ex Canal Siete, ex ATC, ex… ex, necesitan llegar a todos y todas de cualquier forma, diarios, revistas, Internet, televisión, radios, gritando por las calles, tocando el timbre de las casas, de esa forma podemos enterarnos lo buenos que son. Si hacen algo malo, hay que barrerlo debajo de la alfombra para no avivar giles.

EL MONOPOLIO DE LA VERDAD lo tienen los medios periodísticos. ¿Por qué lo del monopolio de la verdad? porque la gente de a pie, que somos todos, nos enteramos qué pasa más allá de nuestras narices porque alguien nos informa, alguien dice qué sucede y tenemos que creerle, qué le vamos a hacer, si lo dicen por la tele, o por la radio, o por el diario, debe ser cierto.

Estos medios son variados, hay audiovisuales: radio y televisión, y gráficos: diarios y revistas, ahora también hay que sumarle la tecnología, así que Internet y los portales son otra de las formas donde se difunde la “verdad”. Realizada la presentación, uno se pregunta, cómo se mantienen económicamente los medios, de qué viven, porque imagino que tienen gastos, son como un familión, no sólo pagan la luz, el gas, los impuestos, etc., sino también tienen que pagar salarios de la gente que labura, cada cual con sus hijos, casa, familia, etc., tienen que parar la olla, vivir de la guita que cobran, no son como el clavel del aire. La mayoría de esos medios, son gigantes empresas que les interesa más ganar que informar la verdad, son fabricantes de realidades que sirven a sus propios intereses o al de alguien que les pone los mangos. Uno de los que pela el bolsillo para darles, es el Estado.

SABER LA VERDAD, ¿ES UN DERECHO O UN NEGOCIO?, flor de pregunta. Lo innegable, es que tener información nos da seguridad en las decisiones a tomar, digamos, si tengo que decidir por tal o cual cosa, primero debo saber sobre el tema, si no sé, seguro que voy a meter la pata, y muchas veces meter la pata te caga la vida. Y qué intentan los que nos venden algo, llenarnos la croqueta con datos, gustos, información, fotos, videos y la mar en coche, la intención, convencernos que lo de ellos, es lo mejor del munpauta-intdo, que compremos lo que nos venden, porque así, y no de otra forma, vamos a ser felices. Esa es la publicidad de cualquier producto, una empresa paga a un medio para que le promocionen su material, y así te informan los superbeneficios que tiene usarlo. ¡¡COMPRALO YA!!

Esa verdad que nos venden las empresas, no es igual que saber la verdad sobre a quien vamos a votar para que nos gobierne. Para decidir a quien elegir, y que ese gobernante nos haga tocar el cielo con las manos, que el país esté divino, y por lo tanto, que cada uno de todos y todas que lo habitamos logremos tener el mejor presente y un excelente futuro, pasa a ser un tema delicado, va nuestra familia en ello.

Entonces, hay dos tipos de “verdades” que se difunden por los medios. La primera “verdad” es la de las empresas y es comercial, mercantilista, pagan para que sepas que existen y cuales son los beneficios que ofrecen sus productos o sus servicios a diferencia de otros. La otra, la “verdad” del Estado, la del Gobierno de turno, ésa no debe ser un negocio, ésa debe ser un derecho ciudadano, la democracia debe darnos el derecho a tener variedad de información así podemos decidir. La democracia no existe si pocos son dueños de la “verdad”, si pocos nos dicen lo que pasa, si pocos crean opinión para que todos y todas sigamos la zanahoria. Como dice la canción: “la historia la escriben los que ganan, entonces debe haber otra historia”.

UN CANDIDATO DE CUALQUIER PARTIDO NECESITA QUE LO CONOZCAN, porque lo que no sale por los medios no existe, sino te ven en la pantalla, en un diario, o te escuchan, nunca naciste, seguí participando. En política necesitan que lo que dicen o lo que hacen llegue a la mayor parte del pueblo, porque de no ser así, quién corno los vota. Cada persona dentro de un partido debe hacer su campaña para ir ascendiendo (sería feo decir trepando), y así lograr cargos más importantes, hasta lo súper que sería ser candidato a Presidente. Ahora, si esa persona se queda detrás de un escritorio, no sale a la calle a tocar timbre, no le hacen un reportaje, nadie divulga sus declaraciones, no junta un solo ayudante que le de una mano, lo más probable que ese candidato sea aguatero. Por lo tanto, los medios pasan a ser una ficha central en este juego del poder. Para que un partido y un candidato lleguen a ser Presidente de la Nación, todo depende de cómo se lo venda, en cuántos medios salga, cómo se anuncien con bombos y platillos sus promesas, y también, por qué no, cómo se oculten sus errores (dicho con buena onda).

FABRICAR VERDADES, DEPENDE DE CUANTOS TE ESCUCHEN, si tirás un verso en tu casa, los engañados siempre serán pocos y los mismos, encima te conocen como versero y ya no te dan bola. Ahora si sos una empresa de medios gigante, de esas que tienen televisión por aire, televisión por cable, canales de noticias, radios, diarios, globos aerostáticos, satélites, y están metidos en todas las casas del país, desde el inodoro hasta la cama, esos pueden poner su verdad como la única verdad, “porque si sale en sus medios, es la verdad indiscutible”. Así es como con cara de boludo te comés el verso y al otro día, ya con cara de informado, poniendo car
a de “tengo la posta”, hablás en el laburo, en el café, con todos y todas sobre tu verdad, esa que te vendieron comiéndote el coco.

SER EL DUEÑO DE LA VERDAD TE DA FLOR DE PODER, todos los que quieren difundir algo caen en la ley del embudo, estos embudos son tan tan grandes y las botellas que se llenan son tan tan pocas (algunas nacionales y otras pocas provinciales), que difundir algo debe pasar por ellos, no hay otra forma, esos medios logran llegar a todos lados, son las botellas de donde cada ciudadano vamos a tener que beber la noticia con el gustillo que la armen, y encima nos vamos a creer que es la más sabrosa.

Uno mira la tele, o lee un diario, o escucha la radio, y los que nos llenan de noticias parecen Carmelitas Descalzas, ponen cara de “yo no fui”, son santos y santas. Hablan con firmeza y si dicen que aquél o aquella son chorros, debe ser así, ni lo dudes. Nunca se pegan un balazo en el pie ni escupen para arriba, los supermercados de la noticia son en realidad grandes empresas dedicadas a todo, tiene inversiones que van desde la soja a la industria, pasando por los servicios y la exportación de pelusa de ombligo. Hacen de todo en la viña del señor, y si alguna noticia es mala para sus inversiones, violín en bolsa y a cerrar el pico.

DISTpauta-monedaRIBUIR, ESA ES LA MEJOR FORMA DE ROMPER CON LOS MONOPOLIOS DE LA VERDAD. El dinero que se gasta en publicidad desde el Estado Nacional, Provincial y Municipal, es muuuchoooo… la pauta publicitaria es un bolsón negro de donde sale guita a discreción. Es muy peligroso para la Democracia cuando alguien desde el Estado puede comprar voluntades: “te doy pauta si hablás de esto pero no hablás de aquello”, o desde los supermedios juegan con: “voy a botonear esto o aquello si no me dás lo que quiero”. Lo antedicho es sólo un relato que por suerte no pasa en Argentina, si algo de esto fuera verdad es pura coincidencia.

A ningún gobierno, de los variados partidos que han tenido la batuta de mando, se le ocurrió tapar los errores o chanchullos comprando el silencio con Pauta Publicitaria, entonces, para anticiparnos a este futuro flagelo de malas personas que pudieran llegar algún día a gobernar nuestro querido Ispa, hay que sacar una Ley de Pautas, debe existir por Ley, la distribución de los gastos en publicidad que hace el Estado, así las grandes empresas periodísticas recibirán un porcentaje del total, y las más pequeñas, como las comunitarias, que tienen una función social visualizando lo que pasa en las barriadas, tendrán otro. Más clarito echale agua. Si nadie puede comprar el silencio de nadie, se estaría democratizando la palabra sin gastar un mango más del Estado.

Saber qué pasa es un derecho, por eso, hay que democratizar la verdad. La información no debe ser un negocio para pocos, es la única forma en la
que todos y todas podamos eligir qué mundo queremos sin tener que ir a ciegas al cuarto oscuro.