PUEBLO MAPUCHE: “SEGUIMOS ESTANDO”

 

 

 

 

 

 

 

El avasallamiento a los territorios ancestrales ha sido una constante  que parece no tener fin. Y el Lof Mapuche Placido Puel no es ajeno a ello. Ubicada en el Departamento de Aluminé en la actual provincia del Neuquén, frente al Lago Aluminé.

Historias de resistencia, de lucha, de defensa de los territorios es lo que atraviesa  al lof que tuvo que enfrentar desde el año 1989 a través de una Comisión de Fomento al mando de Raúl Di Gregorio la violenta intervención de las comunidades  y sus  territorios  que concluyó en la creación  en un municipio inconstitucional, el Municipio de Villa Pehuenia y Moquehue, por orden del gobierno provincial de Neuquén.

Esta situación que afectó la cotidianeidad de las comunidades Puel, Placido Puel y Catalá fue llevada a juicio y resultó con el dictamen de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el  año 2014 que declaró inconstitucional al municipio instándolos a consultar todo lo que realicen en adelante.

Este mismo municipio presento una denuncia  de usurpación contra el Lonko Raúl Puel del Lof Mapuche Placido Puel el pasado viernes 6 de abril, a lo cual la jueza correspondiente respondió amparándose en el convenio 169 de la OIT, el cual es de carácter constitucional según el art.75 inciso 22, y en él se reconocen las pre existencia de los pueblos originarios.

“El territorio que la comunidad utiliza es antes de la creación del municipio, la comunidad es anterior al municipio”, señaló el Lonko en dialogo con La Diaria. “El municipio es el que usurpo el territorio de la comunidad… descendemos de esas generaciones que ocuparon el sur aunque Roca dijo que extermino a los mapuches, seguimos estando”.

Durante esta semana se dispondrá como continúa la acusación, ya que la jueza fue denunciada de pro-mapuche al hacer cumplir la ley que respalda a las comunidades.

 Compartimos más  historias de lucha y de vida  del Lof Mapuche Placido Puel para seguir informándonos sobre esta  comunidad que resiste hace años. Entrevista a María del Carmen: