“QUE NUESTRA VIVENCIA DE MENSTRUAR SEA MÁS ALEGRE”

Es una de las tantas reflexiones que nos compartió Carolina Ramirez, feminista, psicóloga especialista terapeuta en menstruación en su paso por nuestra provincia. Con su libro “Blancanieves tiñó su vestido de rojo”, nos invita a reflexionar sobre nuestro cuerpo y hablar con las palabras que lo definen, lo sanan y lo liberan.

En “Cinco pal peso – Género” programa que va de 17 a 19 los días jueves por la FM 88.1, recibimos la visita desde Colombia de Carolina Ramírez. Feminista, psicóloga especialista terapeuta en menstruación, integrante del Colectivo Artemisa y del espacio pedagógico literario “Princesas Menstruantes” que creó el primer libro latinoamericano sobre la menarquía llamado “Blancanieves tiñó su vestido de rojo”.

Una entrevista exquisita que nos invita a reflexionar sobre nuestro cuerpo y hablar con las palabras que lo definen, lo sanan y lo liberan.

“Desde el 2017 en Medellín venimos trabajando lo que llamamos pedagogía menstrual. Somos cinco personas que formamos parte del colectivo Artemisa y de allí nace esta propuesta de empezar a pedagogizar sobre la menstruación en nuestra ciudad, y generar reflexiones a partir de este tema porque sigue siendo un tema tabú en nuestros territorios y pareciera que menstruar fuera un castigo divino… entonces la idea que proponemos es entregar mensajes más positivos acerca del cuerpo de las mujeres y de la menstruación, y que nuestra vivencia de menstruar sea más alegre y vivirla de una manera más tranquila. Porque cuando nosotras empezamos a tener una mala relación con nuestra sangre menstrual empezamos a tener una mala relación con nosotras mismas por finalmente es parte de nosotras”, expresó Carolina.

Carolina partió hace unos meses de Medellín y recorre Latinoamérica con su mensaje, además de conocer de primera mano cómo se aborda la temática en cada país. Sobre esto nos comenta: “Todos los procesos biológicos de las mujeres nos los han presentado como una enfermedad y esto es como un patrón que se presenta en los lugares donde hemos estado: Guatemala, El Salvador, Chile y ahora  en Argentina y es que cuando a la niña le llega la primera menstruación le dicen: “ya enfermó la niña”. Y con esto se abre un camino para la enfermedad (…) y un montón de mitos que empiezan a limitarnos y en ese momento pareciera que comenzara el padecimiento con el cuerpo femenino… y todo el tiempo nos están haciendo creer que vivimos en un cuerpo descompuesto”.

“Sólo en Colombia son infinitas  las formas de nombrarla y muchos forma despectiva. Pero la pregunta es: ¿por qué nos cuesta tanto nombrarla como es?: la menstruación”

El camino recorrido por Carolina se suma a las nuevas formas de acercarnos a temas donde las mujeres vamos ganando terreno y a las batallas que aún nos quedan por librar, como por ejemplo, la libertad y autonomía de nuestros cuerpos.  “Yo creo que se viene una ola muy grande de activismo menstrual porque también es otra forma en la que han colonizado parte de nuestro cuerpo al hacernos pensar que esto era un castigo o que menstruar era lo más desagradable, o que la sangre menstrual huele mal o es asquerosa, y no, es asquerosa cuando toca la toalla higiénica o el tampón y se empieza a descomponer en el algodón, pero cuando empezamos a usar otras alternativas como la copa menstrual o las toallas de telas o la esponja marina nos damos cuenta que la sangre no huele a nada, huele a hierro no más”.

“Creo que en todos los países que he podido visitar hay mujeres haciendo cosas muy bonitas, de hecho la formación como terapeuta menstrual la recibí de una mujer argentina, Zulma Moreira. Pero en cuanto acciones para pedagogizar la menstruación y visibilizar que no es una enfermedad ni es que nos hace locas,  creo que ahí es un terreno en el que vamos todas”.

La pedagogía menstrual, una buena manera de conocer y concientizar sobre  el conocimiento sobre nuestros cuerpos se vale de distintas herramientas didácticas para lograr este objetivo. De esta manera surge “La vulva mensajera”, un creativo ejercicio que desarrollan dentro del proyecto pedagógico literario. “Con este ejercicio queremos dar un mensaje simbólico diciendo que de verdad nos tenemos que conocer, que tenemos que explorar el cuerpo, que es necesario empezar a mirarse, a saber cómo somos. Y así crear estrategias novedosas, creativas, mágicas con mucha fantasía en las que las niñas puedan acceder a esta información de una manera más bonita”.

Además de los ejercicios, aparecen los soportes literarios pioneros en Latinoamérica en hablar sobre la menarquia. “El primer elemento que sacamos del proyecto literario fue el libro ‘El vestido de Blancanieves se ha teñido rojo´ que es sobre la menarquia de Blancanieves que nunca nos contaron. Hay otros dos cuentos que hablan de la menstruación que están en España y son ‘El tesoro de Lilith’  y ‘El libro rojo de las niñas’, pero en nuestro territorio latinoamericano no había ninguno y así empezó la apuesta de tener materiales más cercanos a nosotras. Después sacamos un segundo material que es ‘Jardines Mágicos’, un libro de úteros para colorear en forma de flores colombianas”.

Sin dudas una charla que nos revisa desde lo personal a lo colectivo, atravesando generaciones y que con gusto seguiremos a través del camino que va construyendo Carolina, y junto con ella, las mujeres de nuestra matria grande.

A continuación compartimos la entrevista completa: