El 2018 cerró con una gran noticia para el campo popular, cooperativo y comunitario. El 14 de diciembre re resolvió la posesión definitiva del inmueble a favor de la Cooperativa de Ex Trabajadores de Frigorífico La Lagunita, mediante resolución número 10460, del Tercer Juzgado de Procesos Concursales Primera Circunscripción.
Tras años de resistencia, construcción y trabajo colectivo, esta noticia nos llena de orgullo y profunda alegría a la par que sienta un histórico antecedente para el resto de las fábricas recuperadas de nuestra provincia y nuestro país.
En charla con La Diaria, Darío Figueroa – presidente de la Asociación Comunicacional y Cultural La Mosquitera- expresó: “En un contexto de desocupación, de precarización laboral de la economía obviamente es una noticia muy buena para afrontar todos los males que nos traen las nuevas oleadas de neoliberalismo”.
“En todo este camino, cómo no recordar a Cerámica Cuyo, con Don Gauna, donde comienzan esta relación de La Mosquitera con las empresas recuperadas, ofreciéndonos su lugar para hacer eventos culturales, comunicacionales e ir hermanándonos en esta lucha de recuperar la fuente de trabajo, la cultura, la identidad… un camino muy largo pero muy interesante también”, recordó Figueroa y añadió: “Luego nos fuimos conociendo con otras cooperativas que forman parte de la Asociación de empresas recuperadas a través de Julio Díaz y para La Mosquitera es super importante también por su lugar en El Bermejo que siempre lo pensamos en relación a una lucha hermanada”.
Este momento histórico fortalece las bases del convenio celebrado oportunamente, contemplado dentro de un acuerdo general de colaboración mutua entre la Asociación de Empresas Recuperadas de Mendoza, con el aporte de La Mosquitera como el medio de comunicación que promueve y fortalece la economía social, el cooperativismo y la recuperación de fuentes de trabajo.
“Las cosas no pasan porque sí. Este lugar era un lugar económico muy importante en la provincia donde las políticas neoliberales lo desbastaron desde la fuente de laburo hasta ediliciamente. Por eso fue muy importante no dejarnos vencer y que quedara arrasada toda la historia que tiene el lugar”, destacó Darío y finalizó al decir: “Cuando nos planteamos venir acá, había incertidumbres y riesgos, afrontamos un remate, instancias de desalojo por parte del juez… pero la unión entre las organizaciones sociales y del campo popular salvaron a esta empresa recuperada”.