¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches! Pues siempre es buen momento para bajarse en PDF la Revista de La Mosquitera con su abanico de material y análisis. Noviembre merecía este intento de entender un poquito más el mundo loco, que como calesita, nos tiene a los tumbos, pero con la frente en alto.
Entre a este link, y baje manera segura, gratuita y a color, el N° 145
EDITORIAL
Ya pasaron las elecciones y estamos en otra etapa, la de esperar que asuman otras autoridades elegidas por el voto popular. Por lo que se vio a nivel nacional, el neoliberalismo que gobernó estos cuatro años el país, no convenció al pueblo. La desocupación, la inflación, el costo del gas, electricidad, agua e impuesto en general, el valor de los alimentos, etc. Fueron algunas de las razones para que la población de la Argentina le bajó el dedo al gobierno actual. Por lo que ya sabemos, nos dejan una deuda en dólares a pagar por 100 años – con suerte – esto va a obligar a hacer miles de estrategias económicas al nuevo gobierno, pero ante un país parado y con muchos habitantes en la pobreza absoluta, con menos compra de leche y menos compra de carne, con adultos mayores, jubilades que no pueden comprar sus remedios y los que compran, los toman salteado. El Neoliberalismo hizo lo que siempre hace, esté quien esté como Presidente, gobernar para pocos, y esos pocos son siempre los más ricos. La nueva etapa, viene como toda nueva etapa, con una esperanza bajo el brazo.
Han sido años difíciles, en los que se han visto reverdecer, intolerancias, racismos, modos autoritarios que creíamos muertos y enterrados. Hemos visto con cierta tristeza y angustia el ánimo de anular el discurso contrario, no solo en gente de a pie, sino también en muchos políticos que han acusado y defenestrado a sus opositores de la peor manera, sin entender quizás que anular al opositor, es anular también el espíritu democrático, que solo puede existir, sin hay un otro que me interpela o me habla desde otro lugar y con otras ideas. La democracia se hace buscando los puntos de unión, nunca con la anulación del discurso del otro.
Nuestro pueblo tuvo la peor de las vacunas contra el autoritarismo, una dictadura sangrienta como no hubo otra en América Latina. Pero la resistencia, la lucha por sacar a la luz todo lo que quería taparse fue pacífica y ejemplar. No queremos venganza, queremos justicia, dijeron los movimientos de derechos humanos, y dijo también la sociedad cuando decidió recuperar la democracia en 1983. Nunca más, fue el grito unánime. Aquella lucha pacífica fue ejemplar no solo en América sino también en el mundo.
Hoy nuestra América convulsionada, ve tomar nuevamente protagonismo político a las fuerzas de seguridad, con constituciones, instituciones y modos heredados de los años oscuros que nunca se revisaron. Creemos que nuestra estabilidad política actual, tiene relación con eso de haber revisado un poco más profundamente nuestros años oscuros y por lo tanto, haber reafirmado que la salida es democrática, o no es.
Pero es difícil relajarse cuando las balas están picando tan cerca. Ojalá podamos transitar los años siguientes, reforzando, por sobre todo, la idea que necesitamos entre todos, y cada uno de los miembros de esta sociedad, para sostener y fortalecer la democracia. Que nunca podrá existir mientras un grupo someta a otro.