Desde el Hospital de Uspallata- Dr. Luis Chrabalowski- empleadas de este expresaron, la situación de precarización laboral de 16 trabajadores y trabajadoras, alrededor de ellos cinco ingresaron en la pandemia y los restantes en 2015 y los magros sueldos que cobran.
Analizaron, que el hospital “está cerca de la ruta 7, en el corredor bioceánico y cubre 100km a la redonda desde el límite con Chile hasta, San Juan y Mendoza, atendiendo pacientes de Chile, Barreal, Potrerillos” siendo el único efector en la zona.
Una de ellas refirió que “se firmó el decreto de que íbamos a pasar a planta antes de diciembre del año pasado y de hecho yo como enfermera, fui la última en pasar en junio después de 7 años y lamentablemente a los choferes, la gente de limpieza, los administrativos se les dijo que no pasarían a planta porque no son esenciales”.
Expresaron que, al estar en alta montaña, el personal del hospital ante situaciones de emergencia se autoconvoca, no hace falta que nos llamen a trabajar. “Reafirmamos que nuestras demandas son, pase a planta de nuestros compañeros, aumento de sueldo y el bono de 40 mil pesos de emergencia”, sostuvieron.
Graciela Guzmán, fonoaudióloga, también se expresó respecto de la crisis del Hospital Uspallata diciendo que, al ser un hospital periférico no somos visibilizados en la verdadera dimensión de las funciones que cumplimos.
Analizaba, Guzmán, que al pertenecer al régimen 27 dijo: “debemos estar esperando las decisiones de los grandes hospitales que concentran la mayor cantidad de personal de este régimen, con el agravante que aquí cada vez nos vamos achicando respecto del personal, por jubilaciones o porque no se sostienen los cargos, los contratos se dividen, no se traen especialidades, se necesita equipamiento”.
Este hospital por ser de alta montaña, reserva turnos para quienes viven muy alejados, “acá la gente no se va sin ser atendido, atendemos obras sociales, porque éstas no se hacen cargo ya que las obras sociales, no suben personal para atender a sus afiliados” refirió.
Además, expresó que, por estar comprometidos con la comunidad, sus roles son polivalentes, gestionan turnos, retiran medicación, para colaborar con las personas que no tienen posibilidades económicas de viajar.
Respecto del trabajo en territorio “se trabaja en las instalaciones de las escuelas” con diferentes proyectos para la niñez y para la adultez, que paró en pandemia, pero esperamos retomar, sostuvo.
Para finalizar, Graciela Guzmán hizo la pregunta “¿qué es ser critico? ¿Quién lo define?, nuestro pedido es no tener personal precarizado y reafirmo que los hospitales frontera, no son tenidos en cuenta, pedimos que esto se revierta, puntualizó.
La importancia del hospital es en la zona es valorada por las y los habitantes de la zona. Beti, vecina de Uspallata dijo al respecto: “El esfuerzo que hacen es loable; trabajan sin recursos y los sueldos son miserables… pero más allá de toda la buena intención de la atención no alcanza para toda la población, teniendo en cuenta que en Mendoza también están los turnos colapsados… es muy difícil para el pueblo uspallatino esta situación. El hospital es muy necesario pero entendemos que lo que está sucediendo trascienda a las personas que trabajan en el hospital, el Gobierno tendría que ocuparse de atender los reclamos del personal”.
Compartimos la cobertura completa realizada por La Mosquitera: