En Cinco Pal Peso, nos visitó la Dra. Gabriela Maure, para contarnos cómo se está dando el debate de la legalización del aborto en los ámbitos formativos de la salud, en la Universidad Nacional de Cuyo.
“En la Facultad de Ciencias Médicas, prima un discurso hegemónico. Pero también otros, muchos otros, de trabajadores, trabajadoras y estudiantes que apoyamos la Ley de la Interrupción voluntaria del embarazo. Hacemos un trabajo para dar información, para romper con ciertos mitos basados en creencias religiosas, para así visibilizar los motivos por oos cuales es importante que se legalice esta práctica en nuestro país.”
La formación en las ciencias de la salud está basada en un “modelo médico hegemónico”, conservador, que se ve sobre todo en la poca promoción de autonomía de las y los pacientes para tomar decisiones. “Pero esa hegemonía la rompemos muchos, pero el problema es que estamos dispersos. Si bien nos falta organización política para poder generar acciones concretas, estamos intentando rearmar esa red de profesionales, conocernos, aceitar mecanismos para poder garantizar el ejercicio de los derechos que ya son ley, es decir, ser garantes de esos derechos, desde nuestro rol en la salud.”
Los argumentos en contra de la legalización del aborto tienen fundamentos, muchas veces religiosos, como por ejemplo, cuál es el inicio de la vida, sin poder aunar criterios, sino todo lo contrario. Gabriela explica que “tampoco ése es el punto; el punto es que el aborto es un tema político, de salud pública, y de justicia social.” Otro asunto que revela cómo las instituciones se amparan en instrumentos de índole individual, y no institucional, violando sus obligaciones legales, como lo es la Objeción de conciencia: “Un profesional puede ser objetor de conciencia, pero no así una institución. Ya que se debe garantizar el derecho de las mujeres que están amparadas en estos casos.”
No hay información de cómo garantizar la IVE en los casos que hoy son legales, las instituciones están obstaculizando el acceso a este derecho: “Dilatan los procesos y luego están fuera de tiempo para realizar la práctica, haciendo, en muchos casos, intervenir a la policía y al sistema judicial”.
Escuchá la nota completa.