SIN LOGROS ECONÓMICOS NI SOCIALES, ¿QUÉ DESTACARÁ MACRI EN SU DISCURSO?

Será hoy su último discurso en sesiones ordinarias ante el Congreso Nacional. Para contar con elementos de análisis y entender lo que se nos dice y lo que se nos oculta, hablamos con Gabriela Azzoni, analista del discurso y especialista en comunicación política.

El presidente Mauricio Macri abre por última vez sesiones ordinarias ante el Congreso. Para entender lo que nos dicen y lo que no en los discursos políticos hablamos con Gabriela Azzoni, profesora y licenciada en Letras, Magíster en Ciencias del Lenguaje, Lingüista, Analista del discurso y Especialista en comunicación política.

“Primero hay que tener en cuenta el contexto en el que se produce el discurso para poder interpretarlo. Esta es la última apertura de sesiones que hace el presidente pero hay que entender que también es un momento histórico porque éste sería el primer gobierno no peronista que en más de 70 años terminaría su mandato. Y también es para tener en cuenta que él – Macri– se va a presentar a la reelección  y esto genera expectativas en relación al contenido y a las promesas que puedan aparecer en este discurso”. explicó Azzoni y añadió: “Estos discursos tienen la particularidad de hacer un análisis de la situación. En este caso ya no va a ser del último año sino de toda la gestión. Entonces hay una mirada hacia el pasado y también hacia el futuro, lo que también es característico del discurso político”.

En relación a las expectativas que pueda generar este tipo de discursos en la población, la especialista valoró: “A veces sucede que la gente no está muy interesada en el discurso político, sobre todo por la falta de legitimidad de los políticos  porque no resultan muy creíbles, y esto se debe en ocasiones a que hacen promesas que luego no se pueden cumplir o inclusive hacen lo contrario de lo que se propuso en un primer momento. En el caso de este gobierno no hay muchos logros en lo económico – que por ahí es lo que más le interesa a la gente-, no hay muchos resultados favorables, no hay marcadores que muestren una mejora sensible, entonces hay expectativa en saber hacia dónde tomará este discurso”.

Muchos aspectos son los que se deben tener en cuenta al momento de escuchar un discurso, entre los cuales Azzoni destacó: “Hay una estrategia global de la comunicación política que se observa que el político hablar siempre favorablemente de su gestión, hay autoelogios, enumeración de logros y también en contrapartida hay una presentación negativa del adversario político. Pero cuando no hay logros en lo económico y tampoco un camino claro de hacia dónde vamos, a la gente no le atrae porque tampoco ve ningún beneficio en esas palabras que se puedan pronunciar”.

“Entonces, ¿qué queda en definitiva? Si el discurso se está viendo, quedan las imágenes de la actitud del orador: si está seguro, si está contento, si está preocupado; y eso también se percibe en el caso del oyente en la voz, el tono, la velocidad y las pausas del orador. Pero bueno, no es un discurso que resulta atractivo al común denominador porque el político no tiene altura moral que genere la credibilidad para ganarse la confianza de la gente”.