Mariú Carrera, actriz, docente, referente del movimiento de derechos humanos e integrante de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por la dictadura militar reflexionó sobre los discursos de odio emitidos por candidatos y candidatas presidenciables en nuestro país. La necesidad de unirnos ante el resurgimiento de discursos que reivindican el genocidio, nos interpela como sociedad de cara al presente y al futuro, sin olvidar el pasado.
“Lo que nos mantuvo – y lo que nos mantiene hasta el día de hoy, desde hace 45 años- ha sido la unidad; la unidad profunda, la unidad real, la unidad para lucha por lo que es sagrado: la vida, la búsqueda de nuestros compañeros y compañeras desaparecidos, fue sagrada”, comenzó diciendo Mariú, destacando las banderas de la memoria, la verdad y la justicia que junto con la vida y los derechos que se han ido conquistando a lo largo de nuestra historia como pueblo, son verdades sagradas que debemos defender en unidad.
Ante los discursos que niegan la existencia de estas banderas, Mariú invitó a pensar: “Yo creo que el sectorismo el algo muy duro, muy feo, es un peligro enorme; y a la vez creo que hay muchas pequeñas grandes cosas que nos van acercando. Considero que tenemos que ver esta necesidad de unidad real… porque el peligro es real y es muy grande”.
“Lo que sucede hoy, es que nos hemos ilusionado mal. Hemos creído que ya está, que esto no vuelve a pasar. Y siempre va a estar – aunque parezca difícil de digerir- esta otra parte. Entonces, nosotros tenemos que continuar luchando, fortaleciéndonos en la unidad, sabiendo que ésta es la realidad y lo que está en nuestras manos es estar junto al otro, no creer que nos salvamos individualmente”, reforzó Mariú.
Como enunciaba Eduardo Galeano en su mar de fueguitos… Mariú animó a encender los lazos que sostienen el tejido social. “Hay que seguir, hay que resistirse a lo que no es bueno. Hay que aguantarse el dolor humano de la injusticia, para seguir buscando verdad y justicia”.