Lo expresó el presidente del Instituto Nacional de la Vivienda (IPV), Damián Salomone. Con un diagnóstico positivo sobre la gestión realizada en los últimos años, se prevé la entrega de 3000 viviendas para este 2019.
En épocas de crisis económicas una de las actividades que sufren principalmente el impacto suele ser la construcción. Para conocer cómo impacta el escenario económico nacional y local sobre este aspecto en nuestra provincia, desde El Arranque dialogamos con Damián Salomone, presidente del IPV Mendoza.
“A pesar de una tener una economía complicada hemos tomado medidas para que sea lo menos grave posibles, como por ejemplo tener las obras al día, no generar deudas con las empresas, darles anticipos financieros y acopios de materiales… la vivienda social tiene una particularidad y es que tiene un techo que es industrializado y está dolarizado ante lo cual damos un anticipo para congelar precios y así lograr que tengamos todas las obras activas. Hoy se están entregando los barrios mucho más rápido que lo previsto en los planes de trabajo, lo cual no tiene precedente en Mendoza, para que la obra pública no se retrase”.
De acuerdo a los datos expresado por Salomone, en el 2018 Mendoza fue una de las provincias que más obras ejecutó luego de Salta. “Hoy tenemos un programa con financiamiento propio y esto nos genera optimismo pero sabemos que falta mucho para hacer para reducir el déficit habitacional”, valoró Salomone y agregó: “Este año vamos a estar cerca de las 3000 vivienda entre las entregadas y listas para entregar. En este plan provincial los municipios son protagonista porque son los que aportan el terreno urbanizado, y vamos a terminar con el 90% de la ejecución compartida propias, y esto es muy importante para la provincia porque nos hace más autónomos y cercanos a la realidad de nuestra provincia”.
En relación a las acciones que desarrollan desde el IPV para hacerle frente a la inflación, el funcionario destacó: “Ante la inflación hay dos índices: uno el que afecta a los procesos de construcción que al tener una herramienta como es las UVI hace que los valores no queden obsoletos ante la inflación contemplando la unidad de valor de vivienda, el crecimiento de los valores de los materiales y el impacto directo”.
“El otro tema de impacto es la cuota, teníamos el 53% de toda la cartera social del IPV que pagaba una cuota menor a $100, es imposible tomar de esa cuota un financiamiento posible. Por eso implementamos la cuota UVA sin tasa de interés, con un criterio social aplicado para que no queden cuotas obsoletas en el tiempo”, expresó Salomone.