La Dirección General de Escuelas, encabezada por José Manuel Thomas, continúa con el cierre de espacios educativos mediante la quita de subsidios, medida cuyas argumentaciones varían y se contradicen según sea el caso. Lamentablemente, esta política hoy le toca a la Escuela Campesina de Agroecología de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra – Somos Tierra Vía Campesina.
Rocío Peterle, docente de la Escuela Campesina, realtó lo acontecido: “Casi a fin de año recibimos una notificación que la DGE pretende rescindir el convenio – que ya lo hizo con un memo- que tiene con la Escuela Campesina; Nosotros somos una escuela de Jóvenes y Adultos – un CENS- donde las personas terminan su secundario y pertenecemos a la Dirección Permanente de Jóvenes y Adultos y a la Dirección de Gestión Social, esta ya viene hace varios años desapareciendo y ahora es parte de la gestión privada”.
La rescisión del convenio junto con el ajusto de horas padecido unos años atrás, golpea duro a espacios educativos de origen social como sucede también con el Bachillerato Violeta Parra o la Casita de la Comunidad Trinitaria, entre tantos otros espacios educativos. “Este ajuste terminó con el cierre definitivo, con la ausencia del convenio con la Escuela Campesina; los argumentos son bastante pobres y muy administrativos pero tienen que ver con inspecciones muy irregulares donde no iba la supervisora e iban personas que no pertenecían ni a la dirección de privadas ni a la dirección de adultos”, comentó Rocío y afirmó: “Entendemos que es un ataque a las escuelas del campo y sobre todo a las escuelas de alternancia que intentan de una manera flexible dar respuestas a las comunidades, como en este caso, campesinas”.
La alternancia que menciona Rocío es una de las formas que garantiza que las personas que viven y trabajan en el campo puedan completar sus estudios adaptándose a las condiciones de vida de la comunidad en la que la escuela está inserta. “Además, el sistema de la escuela propone que los saberes comunitarios también se incluyan en la escuela, teniendo en cuenta al sujeto y su entorno; así que lo que provoca el cierre de esta escuela es que una oportunidad no la tengan y tengan que irse de sus lugares para terminar la educación, provocando un desarraigo en las comunidades campesinas que ya tienen una situación bastante grave”, relató Rocío y aseguró que no hay políticas públicas para acompañar al sector campesino.
