Lo expresó la ginecóloga Cecilia Ousset, una de las médicas denunciadas por sectores anti derechos tras realizar una interrupción legal del embarazo en la provincia de Tucumán.
La provincia de Tucumán sigue en el centro de la tormenta generada por sectores anti derechos humanos que dilataron la realización de una interrupción legal del embarazo (ILE) y tras lo cual, denunciaron por homicidio calificado a los doctores Cecilia Ousset y el doctor José Gigena, quienes realizaron la microcesárea a Lucía, una niña de 11 años embarazada producto de una violación.
Cecilia Ousset, la médica ginecóloga de Tucumán, manifestó a La Mosquitera: “La denuncia por homicidio calificado por hacer una interrupción legal de embarazo es absurda, es de fanáticos religiosos con un trasfondo político electoral. Nosotros estamos tranquilos porque cumplimos con la ley”.
“Acá lo que tenemos que ver es que toda esta persecución no es específicamente contra los médicos que hicimos la cesárea, sino que es para que ningún otro médico se atreva a realizar una interrupción legal del embarazo en la provincia de Tucumán, que ningún otro médico se atreva a estar en contra del poder eclesiástico que es el verdadero poder que está detrás del gobierno. Esto es lo más grave, y miren que yo soy católica practicante pero una cosa es la salud pública, los derechos humanos y otra cosa es la fe”, remarcó Ousset .
El Norte del país concentrada la mayor tasa de embarazo adolescente y la mayor tasa de abuso con embarazo. En este contexto, se suma que la provincia de Tucumán no ha adherido a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, ni a la Ley de Educación Sexual. Sobre este aspecto, la ginecóloga expresó: “El caso de Lucía es un caso bisagra, no sé para bien o para mal, eso lo va a decidir la población. Tengo la esperanza que no lo decida el poder político sino que lo decida la población. Y que de acá en más que hallan menos Lucías y que esta provincia que vive al margen de la ley, tome por presión social otras actitudes para garantizar la salud pública para las mujeres más vulnerables”.
El cuanto al rol de los medios de comunicación en Tucumán en torno al debate desatado por el caso, Cecilia manifestó: “En general dan lugar a ambas voces, los periodistas que están más preparados saben que esto es un disparate, pero hay otros que tienen bastante ignorancia con el tema y mezclan interrupción legal del embarazo con interrupción voluntaria del embarazo. En todas estas instancias, lo positivo es que la población está escuchando diferencias entre dos tipos de interrupciones del embarazo: una ley vigente desde 1921 y otra ley que obtuvo media sanción el año pasado, que no prosperó justamente por la presión de este tipo de poderes”.
“Ante el caso Lucía, la gente que siempre está a favor de las dos vidas – o ninguna, porque si la madre se va a hacer un aborto clandestino en malas condiciones se mueren los dos, no?- cuando han visto que se trataba de una niñita de 11 años, violada, torturada, que había tenido intentos de suicidio, prolongando el tiempo su gestación hasta que pudiera ser un feto viable, ante todo eso, mucha gente de los pañuelos celestes ha dicho: esto ya es mucho”, describió la médica y subrayó: “La apropiación de la mujer pobre e indefensa, y más de las niñas como Lucía que estaba en una vulnerabilidad absoluta, es muy grave”.
Finalmente, la profesional evaluó: “Más allá de esta persecución disparatada que nos están haciendo nos preocupan mucho las Lucías y las mujeres más vulnerables de nuestra provincia. Y no somos unos cuantos dementes sueltos, realmente somos muchos los que estamos preocupados pero el fanatismo religioso supera a todo esto y no escuchan sobre la gravedad de lo que está ocurriendo en la salud pública y la utilización de los cuerpos de las mujeres pobres en maniobras electorales”.