UN CACIQUE CON PROYECCIÓN

El proyecto denominado Parque Costero  a orillas del canal cacique Guaymallén en la zona de El bermejo y el Algarrobal ha comenzado con la ejecución de su primer tramo.  El mismo comprende el cauce del canal que va desde la rotonda del avión hasta calle Aristóbulo del Valle. Una gran historia, de participación vecinal y, de idas y vueltas con diversos organismos públicos de la provincia, trazan este camino que antes fuera sendero Huarpe, y que hoy es reserva ambiental y cultural.

Las noticias vuelan dando anuncio al progreso y a la materialización de un sueño para los habitantes de la zona norte de El bermejo, el cual también será aprovechado por quienes deseen acercarse a las orillas del Canal Cacique Guaymallén. Los cierto es que cuando el “progreso” llama a la puerta,  esta comunidad como cualquier otra, entra en un necesario escenario de debate. No es la intención de la presente nota difundir las “distintas campanas” o posturas que ha despertado el proyecto; simplemente porque la intención es comunicar  una sola: las voces de los habitantes de la zona. Vecinos y vecinas, orilleros y orilleras de la canal, hacedores y hacedoras históricas de esta zona; quienes viven hace generaciones y quienes han elegido hace poco este hermoso lugar para transitar la vida, que con diversos, encontrados y desencontrados matices se plantean cómo quieren vivir. Antecedentes de este debate sobran por estos lares; la llegada del asfalto, la poda de árboles, el enrejado de la plaza de las artes y las flores entre otros, fueron algunos de los hechos que encendieron debates que aun, seguramente, no estén del todo resueltos.

Nada nuevo bajo el sol 

Es muy importante destacar que la zona comprendida situada a orillas del Cacique Guaymallén es  una reserva natural, ambiental y cultural de nuestra provincia. Lugar ocupado y transitado por el pueblo Huarpe, senderos  que conservan hoy su trazo original como lo es la calle Maure, denominada también Calle de la Culebra. En aquel momento no había nada que recuperar o refuncionalizar, o la necesidad de que el lugar progrese seguramente. Con el devenir de la historia se fue transformando el  lugar en intransitable, en basural, abandonado, por nombrar solo algunas de sus mutaciones.  Por la misma irresponsabilidad del ser humano ya que su flora y su fauna sigue resistiendo y conviviendo  en ese lugar.

Es así que desde hace muchos años parte de la comunidad se plantea recuperar ese lugar y transformarlo en un Parque Costero natural. De esta manera, nace una historia de idas y vueltas con participación comunitaria y gestiones de proyectos presentados en los distintos organismos competentes. Amalia Juri una histórica vecina de la zona nos comenta al respecto:  “Esta idea de aprovechar la riqueza natural que nos brinda el canal Cacique Guaymallén comenzó en la época de Bordón, el gobernador de la provincia que junto con un vecino muy querido de la zona el Sr. Osvaldo Mandarino en el año 1980 impulsaron esta obra. La tiene en cuenta en el libro verde, que es donde relata las principales obras que se pueden hacer aprovechando los espacios verdes de Mendoza. No teniendo eco esta primera propuesta, en el año 1990 vecinos, artesanos,  y el Departamento General de Irrigación plantean a la comuna un proyecto que se llama Parque Isgró. Un proyecto riquísimo, un proyecto en que además de aprovechar la parte verde del lugar, también se hacían reseñas de la parte artística, las obras de Rosas, por ejemplo. Está todo dibujado en el expediente. Algo muy bonito pero que desgraciadamente quedó en la nada”.  

Para ampliar la génesis de este primer proyecto denominado Parque Isgró conversamos con José, otro vecino de la zona y orillero del canal quien reflexiona sobre la participación y el compromiso de toda la comunidad tanto de El Bermejo como de El Algarrobal para lograr ese proyecto : “el que primero acaparó ese puntual entusiasmo vecinal fue un tomero apellidado Isgró y lo presentó en su institución.(…) El viejo proyecto del Parque Isgró era un proyecto que comenzaba a la altura del zanjón de los ciruelos donde un puente peatonal continuaría  a calles las orquídeas de la barrio Ujemvi  para así adentrarse a las orillas de El bermejo y seguiría hasta el club del ex banco BUCI donde un puentecillo peatonal vincularía ambas orillas, allí terminaba la primera etapa. La segunda comenzaba desde allí y llegaba hasta el camino del Algarrobal para así continuar creo que hasta la zona de La lagunita. El proyecto durmió cajoneado hasta que un superintendente el sr. Carlos Abihaggle lo sacó del escritorio donde dormía y junto al arquitecto Juan Buchaca a principios de los 90, lo presentaron a la comunidad precisamente como parque Isgró en la Universidad de Mendoza, en la calle Arístides Villanueva de nuestra ciudad capital.  Como obviamente los orilleros tenían que donar, la primera traba se produjo en el distrito del Algarrobal porque según dicen sus vecinos la municipalidad, la de Las Heras, bajo la intendencia de Amtutz pretendía que la gente donase 150 metros lineales de sus fincas o ladrilleras medidos desde el centro del canal. Lo que obviamente fue considerado inaceptable y creo que es por ello que no se habló más del parque Isgró”.

Si bien el mencionado proyecto encontraba canales institucionales para ser presentado en aquellos años no era el principal motor del hacer comunitario, que  encaraba avances estructurales en los servicios públicos. Como así también  reforzar la identidad del lugar con un circuito histórico, y como centro de ese motor estaban las mujeres de la zona como  nos comenta José.

“Por otra parte hay que decir que el aporte femenino, su fuerza y convicción hicieron tanto por el bermejo. Era toda la zona el centro de atracción y el parque no figuraba en las principales necesidades, el circuito histórico del bermejo era otro y no lo incluían.  Fueron  las mujeres que empujaron varias iniciativas comunitarias como traer el agua y más tarde el gas,  recuerdo descollaban Alba Guerra,  Nery Zacarías, Menena de Nuñes, Vilma Bermejillo de Pistelo, Susana de pastor.  Y bastante tiempo después vendría el  tan discutido asfaltado de la calle”.

Encuentros en la calle Maure

El circuito histórico de El bermejo gestado en aquellos años subsiste en la actualidad en alguna cartelería de la zona representado por una abejita pedaleando en bicicleta. Posteriormente a ese proceso se vinieron los encuentros históricos de la artesanía y la producción barrial  en la calle Maure mientras que las orillas del Cacique seguían sin recibir novedades del proyecto.

En el año 2005  se retoma la idea de Parque Costero al presentarse un grupo de vecinos en la municipalidad y reflotar varios expediente dormidos en la comuna hasta ese momento. Al respecto Amalia nos decía: “se plantea la idea de hacer un parque costero en conjunto con la Municipalidad en el Gobierno de Abraham, esto fue reflotar trámites anteriores que se hicieron pero que no llegó a feliz término. Abraham se dedicó a otros temas dentro de la comuna y nunca impulsó esta idea que ya venía de muchos años, es más prometió muchas veces juntarnos,  nos juntamos pero el expediente no prosperó”.

Llega el Parque

En el año 2019, un grupo de vecinos y vecinas, impulsan nuevamente la idea del Parque Costero en la zona. Esta surge por la motivación de las obras de refuncionalización en la parte del Cacique que comprende avenida costanera hasta la rotonda del Avión. Es así que se realizan notas en distintos medios periodísticos locales solicitando la misma atención que los organismos públicos intervinientes dieron a las obras de la costanera y, que estas también continuaran hacia la zona de El bermejo y El Algarrobal. De esta manera, el municipio se hizo eco de este nuevo pedido y, a través de reuniones,  se motorizó la concreción del primer tramo del parque.

Maqueta Primer tramo Parque Costero

Llegar a este punto, actualmente, no es nada fácil para una comunidad como la de El Bermejo y El Algarrobal, donde el devenir histórico ha estado marcado por la participación y el compromiso de conservar un área natural que hasta el momento no ha recibido el impacto duro y despiadado que muchas veces tiene el “progreso”. Luego de entrevistar a vecinas y vecinos que en su mayoría comparten la necesidad y la visión de que hay que hacer algo con esta zona del Cacique,  la cual, por estos días, está propensa a la generación de basurales,  a la contaminación de sus aguas, y a un auspicioso favorecimiento para hechos delictivos. Sin embargo, a la hora de su concreción surgen interesantes matices de vivencias que se hace muy necesario escuchar antes de sacar conclusiones apresuradas ante el prometido bienestar o  ante de nada sirve la propuesta.

Al respecto, Enrique, un vecino que vive hace 17 años a orillas del Cacique nos decía: “Sé bastante de la historia del parque porque cuando empezamos a trabajar en esto, comenzamos con vecinos (…) con la intención de limpiar las orillas porque hay varios metros detrás de nuestras propiedades diez, quince metros hasta llegar al cauce del canal Cacique Guaymallén. Entonces que se limpiara, que se mantenga limpio y eso de los dos lados. Entonces, este vecino empezó a trabajar tanto con la municipalidad de Las Heras  como de  Guyamallén. En el transcurso  de todos estos pedidos apareció otro grupo de vecinos que se autodenominaron  Orilleros del Cacique Guaymallén, al cual nunca fuimos invitado ni tampoco invitaron a otros vecinos (…) no invitaron a la familia de Don Florencio Vega que la familia es dueña de esta propiedad hace 200 años, imagínate que le vienen a decir que le sacan un pedazo ahora es muy triste. Pero lo más cómico es que ninguno de los integrantes de ese grupo vive en la orilla, solo  hay un solo vecino que tiene adelante tres hectáreas y es el más interesado, que no lo veo mal porque todos podemos tener intereses económicos  es genuino querer ganar plata no está mal, pero la propiedad que él tiene no servía para ser loteada  si no se hace algo como esto atrás porque la conexión que tiene con Avelino Maure es muy angosta y no le daban la factibilidad para loteo”.

Una calle me separa

 El mayor inconveniente de acuerdos y desacuerdos surge, quizás, a partir de lo exigido por parte de la comuna de Guaymallén para la realización de este proyecto. La misma demanda que los orilleros donen una porción de sus propiedades para la construcción de la calle que costearía el Cacique hasta conectarse con la calle Aristóbulo del Valle. Por un lado, la donación de esos terrenos al construir una calle es mucho mayor que si se proyectara una bicisenda o senderos peatonales; y por otro lado, el impacto del tránsito en el ecosistema del Cacique. Siendo estas dos realidades fuertes a transitar en la concreción final del proyecto.

Al respecto José nos comentaba: “La remodelación del parque O’Higgins fue despabilador ya que permitió que  dos vecinos Carlos Godoy y Amalia Jury lograron una nota periodística en MDZ  pidiendo la misma atención para El Bermejo y precisamente en el  Cacique que ya tenía dos institucionales intentos fallidos al respecto. Esa nota no pasó desapercibida y fueron llamados por el municipio para interiorizarse del tema y donde el municipio nos pide que defendamos nuestro proyecto y así lo hicimos en la Enoteca en agosto del 2019 donde presentamos entonces nuestra idea de Reserva Ecológica Causcari. Es así que en una especie de vanguardia vecinal fuimos oradores los vecinos Carlos Godoy, Amalia Juri,  el veterinario Marcelo Zanoti, el Arquitecto Daniel Ontiveros y yo. Y donde también intervino creo que a posteriori el agrimensor Luis García ya no me acuerdo si a favor o en contra del parque. Es así que la  municipalidad seis meses después decide desempolvar los dos proyecto del 2005 el del parque y el de la calle revisarlos y hacer uno nuevo unificado. Y el municipio nos notifica que nosotros le hacemos el parque costero siempre en cuanto los orilleros donen parte de sus terrenos y nos permitan hacer una calle como vía de descongestión del carril Mathus Hoyos. Nosotros en principio protestamos porque en principio queríamos hacer una reserva natural costera y no una penetración meramente urbana con sus ruidos molestos sobre todo. El municipio nos convencía que conseguir fondos nacionales para el mismo era casi imposible y que no debíamos desperdiciar esta oferta municipal. Así que convencidos de que el progreso era estrictamente necesario para paliar la inseguridad social de la zona aceptamos y nos dedicamos a convencer sobre todo a los orilleros que eran los que tenían que donar terreno poniendo en la balanza las bondades más que las maldades venideras. Hicimos un proyecto donde todos donábamos 35 metros la municipalidad dijo no, necesitamos 50 sino nos hacemos ni el parque ni la calle al fin logramos pactar con 45. Ya han contado con la donación para la primera parte del parque. Algunos dicen que nos beneficiamos inmobiliaria y económicamente, puede ser,  pero hoy agonizamos estamos entristecidos y demasiados empobrecidos como para tener fuerza para nuevos emprendimientos costeros seguramente”.

Al respecto Enrique también nos decía : “más allá de las propiedades, lo que nos gusta de  la zona es  familia de zorros que está ahí, es los pájaros carpinteros que están ahí,  toda la fauna y la vegetación autóctona que está allí se va a perder por más que digan que no se va a perder. Porque esa flora y esa fauna está acostumbrada a su soledad no que pase un montón de gente (…) el tema es ahora que nunca pedimos calle nosotros, vos me decís queres mantener limpio, queres parquizar, hacer una bicisena para que paseen  todos los vecinos es mucho más sencillo y no necesitas expropiar. Es mucho más sencillo pero ponen la excusa que hay que hacer una calle. (…) creo que esto se hace con consenso y conversando; y conociendo el verdadero interés de todos los vecinos.”

Sumamos más voces de vecinos y vecinas que se expresan sobre el parque, al respeto Rodrigo vecino que vive en  calle Maure hace más de diez años nos dice: “Cuando me vine a vivir en la zona de Araujo y Maure, era una zona que estaba muy abandonada era un basurero de a poquito se ha ido poblando y se ha ido recuperando ambientalmente. El proyecto en sí mismo me parece una idea genial muy buena para los vecinos, actualmente es una zona que está muy abandonada y que si vos vas a pasear y a caminar por allí te das cuenta que tiene un potencial enorme que básicamente es un río que tenemos acá con sus flora. Que si estuviera un poquito más limpio sería un lugar equiparable a aquellas zonas de las sierras de Córdoba, de San Luis. Un lugar con potencial lo veo y que más allá del potencial turístico y del potencial ambiental nos podrá traer una cuestión de seguridad donde empiece a cuidarse el lugar,  donde empiece a verse más circulación de personas eso va a dar más seguridad. Es un lugar que hoy por hoy no transita nadie, un lugar que no tiene iluminación que se nota el abandono que tiene, que con pocas cosas se podría aprovechar. A nivel de forestación, no creo que haya mucho que hacer sino más bien dar iluminación, una ciclovía, una calle que transite por allí y que permita la circulación costera va a dar la posibilidad de que sea un lugar aprovechable desde el punto de vista recreativo, de esparcimiento pero también da la posibilidad de dar más seguridad a los vecinos que bueno, los que vivimos acá, sabemos perfectamente que muchos de los robos que ha habido tiene que ver con gente que suele usar como vía de escape toda la parte costera del Cacique y lo aprovechan sabiendo que el tránsito por allí de cualquier policía, de cualquier móvil es imposible, lo aprovechan como vía de escape. De hecho, mucha gente en el verano se va a bañar al Cacique lo usan como lugar de esparcimiento, sé que antiguamente se le decía el sapolandia y todavía hoy se ve que en el verano mucha gente viene a bañarse y si se le da más seguridad, más limpieza va a ser mucho  más aprovechable.”

Por su parte Juliana otra vecina de la zona hace 20 años nos dice: “Desde que yo vivo acá ha habido muchos cambios pero tengo mis dudas respecto al parque costero. ¿En qué baso esas dudas?, no me opongo al progreso porque he sido una de las impulsoras del progreso en la zona pero si tengo mis reparos en sobre cómo va impactar en la zona. A saber, cantidad de vehículos, comercios al haber más gente. Una de las cosas de la mayoría que vivimos sobre la Maure, Limón es por la tranquilidad y esa tranquilidad se va a haber afectada, esos son mis reparos. Después sé que hay muchos vecinos orilleros que no están de acuerdo en hacer donación, sinceramente, me parece de por qué tienen que donar lo que es de su propiedad pero bueno eso les quedará a ellos definirlo”.

Las obras del primer tramo del proyecto, que comprende la zona rivereña del Cacique que va desde la calle Teniente Ibáñez hasta cerca del fondo del camping ex APERBUCI, ya comenzaron con movimientos de suelo y limpieza. Al respecto Silvana vecina que visitó el lugar nos decía: “cuando abrieron la calle paralela al espacio que van a construir el parque costero fuimos a visitar. Vimos un espacio enorme no aprovechado, conocimos el proyecto; interesante pero en primer lugar, para acercar al municipio sería interesante que el proyecto sea intermunicipal ya que del lado de las Heras también hay mucho para trabajar y estaría bueno que en el conjunto de la ciudadanía mendocina podamos aprovechar los espacios públicos. Y en segundo lugar, vimos que hay pozos que dan directamente a la cloaca, cloaca que va al canal Cacique Guaymallén. Entonces el agua está sumamente contaminada, hay chicos y chicas que en veranos se bañan allí y el agua está muy sucia pero además pueden caerse en estos pozos sería interesante que el municipio vaya tomando medidas, es algo que se puede prever. Y poder problematizar el acceso al espacio público, ¿Qué tipo de actividades se van a hacer? ¿Si va a estar abierto todo el día al público o no? Este tipo de cuestiones que tiene que ver en pensar más participativamente las políticas públicas”.

Cerramos esta primera entrega sumándonos a la última reflexión de pensar las políticas públicas siempre con su público, el pueblo adentro, en este caso parte de los habitantes de la zona de El Bermejo y El Algarrobal, de quienes la habitan en su cotidiano pero también, de todo Guaymallén y Las Heras. Y de este modo, a toda la provincia porque lo que se realice hoy aquí incidirá de algún modo,  en cómo toda comunidad debe  llevar adelante todo proyecto en armonía con sus bienes comunes.

Esta historia continuará…