Cada año, el primer lunes de octubre se conmemora el Día Mundial del Hábitat para reflexionar sobre el estado de nuestros pueblos y ciudades y sobre el derecho básico de todos a una vivienda adecuada. Este año, el tema elegido fue “Políticas de vivienda: viviendas asequibles”.
Para profundizar sobre este tema hablamos con Juan Pablo Soloa, referente de la UTEP (Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular), para conocer las concepciones de hábitat que se impulsan desde los sectores populares. ”Tener una vivienda digna, un hábitat digno y esto tiene que ver con dos grandes temas: la casa que es el lugar que elegimos para vivir y todo lo que eso implica; y a su vez nuestro gran hogar que es la tierra, el mundo”, expresó Juan Pablo y precisó: “No solamente es tener un techo, agua corriente, tener ciertas condiciones para que podamos realizar nuestras diferentes tareas de manera cómoda en el quehacer cotidiano, sino también con nuestra casa mayor que tiene que ver con el cuidado del medioambiente”.
En relación a la casa digna, Juan Pablo ahondó sobre la pobreza estructural que se presenta como la gran muralla para conseguirla. “La pobreza estructural son aquellas familias que más allá del vaivén económico le va a costar salir de la pobreza. Y una de las cuestiones que hacen a la pobreza estructural tiene que ver con la vivienda digna, si tienen o no techo, si tienen o no cloaca o agua corriente. Esto es importante porque una persona que no cuenta con esto, en su día a día está preocupada por esto. A una persona le cuesta conseguir trabajo si tiene que preocuparse por cómo se va a bañar, cómo va a estar presentable por eso, o si está bien de salud”.