Involucionando a cual simio del pasado,
señales de un cerebro débil subdesarrollado,
¡Adrenalina m’hijo; testosterona en altos grados!
neuronas ausentes, puños, hematomas,
trajes y corbatas recubriendo al energúmeno
que de noche le da golpes y de día hace los números.
No hay negociación con la brutalidad.
pa’fuera, pa’la calle, primero la dignidad sin excepciones
escuche que no hay lugar pa’ningún rey
Si le falta el respeto que le caiga la ley
Que el cuerpo es nuestro templo y se merece devoción
Si te maltrata m’hija, ni olvido, ni perdón…
Malena D’Alessio & Falta y Resto
Ante tanta consternación por los recientes hechos de femicidio ocurridos en Mendoza, tomamos algunas reflexiones de la Antropóloga Argentina, Rita Segato, para ayudarnos a pensar en medio de tanto dolor. Compartimos algunos de sus conceptos sobre el machismo y la violencia de género, ambos en el marco de la violencia del sistema capitalista.
Esta autora refiere, que no se puede pensar esta violencia por fuera de las estructuras económicas capitalistas “de rapiña”, que necesitan de la falta de empatía entre las personas para sostener su poder. Es entonces el cuerpo de las mujeres, un tapiz sobre el cual escribir un mensaje violento y aleccionador, que cuenta con la intensificación de la violencia mediática. Segato, asocia esto a una “pedagogía de la crueldad”. Esta modalidad de sujeción de persona como mercancía demanda una insensibilidad particular.
El paradigma de explotación actual, supone una variedad enorme de formas de desprotección de la vida humana, y esta modalidad de explotación depende de la disminución de empatía entre personas que es el principio de la crueldad. De ahí hay solo un paso a decir que el capital hoy depende de una pedagogía de la crueldad, de acostumbrarnos al espectáculo de la crueldad.
Pensemos en las 85 personas que concentran la mitad de la riqueza mundial: no se trata ya solo del pecado de la desigualdad por acumulación y concentración, si no que tienen poder de vida y de muerte sobre la humanidad porque su capital compra muerte, cambia leyes, suspende derechos. Lo que le sucede a las mujeres no puede desvincularse de este momento apocalíptico del proyecto histórico del capital.
La autora considera que las mujeres nunca tuvieron más leyes, políticas públicas, discurso cívico e instituciones de apoyo, que ahora. Solo que esos derechos no pueden ser usufructuados, porque el lecho en que ellos están inscriptos, presiona en sentido contrario. Entonces, o atacamos ese proyecto histórico del capital o no vamos a solucionar el problema histórico de las mujeres. En América Latina la lucha no puede darse solo en el ámbito estatal, dado que el estado en nuestras sociedades tiene su foco en la protección de los bienes y no ha dado muestra de ser capaz de proteger a las personas.
…¡Escuchen esto! Esto se ha puesto serio
Pa’fuera el machismo, pa’ fuera el imperio.
Malena D’Alessio & Falta y Resto
Edgardo Alcuten
Verónica Obón
Carolina Egea
lacaretayelespejo