Nos visitó en el estudio de La Diaria Susana Domínguez, quien es Master en Yoga y Presidenta de la Asociación Mendocina de Yoga en la Educación. Susana comparte con nuestra audiencia este programa que ya está institucionalizado que viene desde 1990 trabajando el yoga en educación.
Las experiencias son de promover en las escuelas que tomen especialistas de yoga en educación, para dar talleres de yoga laico, y que sean avalados por la Federación Argentina de Yoga, lo cual le da el marco legal. En la provincia ya se ha conseguido que sea reconocido como interés provincial de la DGE.
Trabajar con el cuerpo, con la respiración, con las emociones… los talleres pueden ser tomados por toda la comunidad educativa. Y pueden ser ofrecidos a todos los niveles, adecuando las técnicas. Pero en general se puede decir que algunos de los beneficios a nivel físico del yoga en las escuelas son: el fortalecimiento de la musculatura de la espalda y el abdomen, mejora la postura de la columna vertebral, desarrolla la caja torácica, flexibiliza las articulaciones, revitaliza las funciones vitales como la circulación, la presión sanguínea, afinamiento de los sentidos, agiliza la marcha, posibilita la posición en situaciones de fatiga, entre otros.
A nivel psíquico, promueve el respeto y el conocimiento a uno mismo y a lo demás, desarrolla la creatividad, la imaginación, la visualización, aumenta la confianza de uno mismo, se conecta con el entusiasmo y la alegría profunda… estas herramientas permiten reconocer y canalizar las emociones. Cada niño también comparte estas técnicas a su propia vida, y a sus familias.
“Estos saberes aprendidos y practicados generan cambios muy importantes en lo individual y en lo colectivo. Estas técnicas son luego aplicadas para concentrarse, para focalizar y eso ayuda para estudiar, para hacer un deporte, para dormir. Es prestarse atención a su cuerpo y a sus emociones. Logran mayor flexibilidad y fortaleza pero para equilibrar también las emociones”.
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