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FIDEL 1: LA DICTADURA DE LA IGUALDAD

Por Juan Landreau

El sábado 26 de noviembre  en la mañana, me encontró de caminata por el pedemonte, filmando como de costumbre. Reserva del Divisadero Largo, ahí atrasito de La Favorita, como yendo para el Challao. Con un grupo de entusiastas de la flora autóctona. Hermoso paseo. Se puede llegar en el bondi, a la mano de la dama, el caballero y los culillos. Cerca del mediodía cuando el sol mendocino ya asustaba hasta a los cascarudos, terminamos el andar y se me dio por mirar el celular. Veo una publicación en Facebook de un amigo, decía: “Me contaron que Fidel se fue de la isla ayer por la noche, tenía una reunión con Bolívar y el Che, en algún lugar de la eternidad. Llegó puntual como siempre”.

No había sabido hasta ese momento, de la muerte de Fidel, que fue le viernes 25. Sentí la necesidad de empezar a bucear el mar de palabras de amor y odio que inundaban los portales de noticias y las redes sociales. Desde ese momento, hasta éste, en que escribo, leí cuanto artículo sobre Fidel se me cruzó. Llegué a una conclusión reveladora para mí: son muchas más las expresiones de amor que le dedicaron, que las de odio. ¿Qué raro no? Tanta gente que llora al tirano, el último Gran Dictador del siglo XX.

Por las calles de la isla caribeña desfilaron sus cenizas durante cuatro días, desde la Habana hasta Santiago, donde terminará su último viaje. Se contaron por millones los cubanos que quisieron despedir a su líder. En una población de apenas 11 millones y chirolas de habitantes… mierda que metió gente el dictador. Es como que participara toda la población de la provincia de Mendoza, o como la mitad de Uruguay. Impresionante ¿no?

Si como dicen los ideólogos del terror, el sistema cubano es una dictadura, está claro que es la dictadura del pueblo. El pueblo cubano eligió en su mayoría, la Revolución. Desde la llegada del yate Granma a la Sierra Maestra en 1956, que llevaba a Fidel y a 81 humanistas que querían hacer de Cuba una tierra más justa y soberana. Esos barbudos y mechudas, iban a vérselas con un ejército de 50.000 tipos, los de Fulgencio Batista, el verdadero Dictador, o sea, un tipo al que nunca nadie había votado. ¿Y por qué digo que lo apoyó el pueblo? Se cae de maduro. Con los 40 que quedaron vivos después del enfrentamiento en Sierra Maestra, no daban los números. Pero empezó a sumarse el pueblo, mujeres, hombres y estudiantes, organizados en todo el país, apoyando a los rebeldes. En gran parte, gracias a esa organización comunitaria, Fidel, el Che, Camilo y los cuban@s, pudieron tomar el poder definitivo el 1 de Enero de 1959.

Entonces empezó uno de los procesos históricos más trascendentes del Siglo XX, también uno de los más libres, equitativos y humanistas, según mi humilde opinión. Hoy nadie, y cuando digo nadie es nadie, discute que la salud y la educación de muy alta calidad son derechos inalienables para todo cubano o ciudadano del mundo que ponga las patas en la isla. Podemos hablar también de soberanía, independencia económica, independencia cultural, sentido histórico, 100% de alfabetización, programas educativos de 0 a 3 años. También  de la inexistencia de desnutrición infantil severa, según un informe de UNICEF de 2010. Único país latinoamericano en lograr ese objetivo. Y todo esto, después de 58 años de “dictadura”. ¡¡¡Yo quiero una así para mí país!!! Que bello sería ver a todos los pibes del Bermejo yendo a la escuela con la pancita bien llena, para poder pensar, jugar y sentir con los otros.

¿De los errores? ¿De las críticas?¿De los desaciertos de Fidel? Buscá que vas a encontrar a patadas. Ojo al piojo. Analizá la fuente.

A Fidel quisieron matarlo más de 600 veces… Decime si no lo cuida el pueblo. Ningún cristiano tiene tanta suerte.

Hubo un argentino, Ernesto Guevara Linch, que ayudó a Cuba en su causa revolucionaria. Cuando el Che, se fue de la isla, para sembrar revoluciones humanistas en Latinoamérica le dejó algunas palabras a su amigo: “Fidel (…)Me enorgullezco también, de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar” decía, quién no pudo sobrevivir a los asesinos porque estaba lejos del pueblo cubano. Lo mató la CIA en Bolivia, organismo de inteligencia de Estados Unidos, el país “más libre y democrático del mundo”. En EE.UU. hay 45 millones de pobres, 7% de analfabetismo adulto, 17 millones de niños con problemas de nutrición. Vamos a ver cómo es, el reino del revés. Yo voy a seguirlo al Fidel, como lo hizo el Che, vos fíjate. Prefiero la dictadura de la igualdad a la democracia asesina.