En el marco de una nueva edición del ciclo “En colectivo”, emitido por Radio Comunitaria La Mosquitera FM 88.1, se presentó la historia de Juan Carlos Viera, conocido como “el Carloncho”, artesano del hierro forjado, escultor, docente y vecino del barrio Bermejo, en Guaymallén. Con más de tres décadas dedicadas al oficio, Viera es uno de los referentes de la Plaza de las Artes de Plaza Independencia, donde expone sus cuchillos artesanales y esculturas hechas con materiales reciclados.
Viera repasó los inicios de su vínculo con la forja, un arte que lo atrapó por “la magia del fuego y la posibilidad de transformar materiales duros como el acero en objetos cotidianos con historia”. Si bien comenzó como marquetero y restaurador de obras de arte, fue la necesidad económica y la búsqueda de un arte más personal lo que lo llevó a incursionar en la cuchillería.
“Mi cuchillería es un punto de reciclado”, explicó, destacando que utiliza rulemanes, herramientas rotas y piezas metálicas descartadas para fabricar sus cuchillos. Su proceso incluye templado, revenido y técnicas de joyería y talabartería para lograr piezas funcionales y duraderas, muchas de ellas acompañadas por vainas de cuero diseñadas a mano.
Además de su labor como artesano, el artesano ha representado a la provincia en ferias nacionales e internacionales. En una anécdota destacada, relató cómo un cuchillo suyo llegó a la cima del Aconcagua y, años más tarde, lo conectó con artesanos de Ecuador, donde brindó talleres de forja en Quito, promoviendo no solo la técnica, sino el entendimiento profundo del fuego como herramienta de transformación.
Su presencia en Plaza Independencia, de jueves a domingo —y diariamente en temporada alta—, se ha vuelto emblemática. También es autor de una escultura muy conocida en el lugar: una perra descansando con sus crías, tallada en madera a partir del tronco de un árbol caído por una tormenta. “La hice como un homenaje a Adriana, compañera y protectora de los perros de la plaza, y la dejamos ahí, como un regalo para todos”, relató.
En paralelo a su trabajo público, aún continúa formando a nuevas generaciones. Abre su taller en su domicilio (Maure 1112, Bermejo) los martes y jueves, donde ofrece experiencias y clases personalizadas para quienes deseen introducirse en el arte de la forja. “Solo para fanáticos”, advierte con una sonrisa.
A lo largo de su vida, “el Carloncho” ha producido más de 40 mil cuchillos, piezas que hoy se encuentran en distintas partes del mundo. Su obra —íntimamente ligada al fuego, el reciclaje y el respeto por los oficios tradicionales— es testimonio del valor cultural y humano que representan los artesanos mendocinos.
Compartimos a continuación la entrevista en el aire de Radio Comunitaria La Mosquitera FM 88.1