MEMORIA Y RESISTENCIA UNIVERSITARIA

En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUyo se realizaron diferentes actividades en el marco de La noche de los lápices: feria de la economía popular y Asamblea General para conversar sobre el inminente veto del presupuesto universitario.

La Noche de los Lápices​ es el nombre con que se conoce una serie de secuestros y asesinatos de estudiantes de secundaria ocurridos durante la noche del 16 de septiembre de 1976 y días posteriores, en la ciudad de La Plata. Un total diez estudiantes secundarios fueron secuestrados y torturados por grupos de tareas de la dictadura militar.

Valentina, integrante de La Trinchera y Consejera Directiva de la Facultad de Ciencias Políticas, reflexionó sobre la propuesta y la fecha conmemorada: “La idea surge porque es una efeméride muy presente en nuestro calendario, seimpre y más ahora en estos contextos de represión, de ajuste de presupuesto y por eso nos parece importante siempre mantener la memoria fresca”.

En vistas a la próxima medidas de fuerza de la comunidad universitaria que prevee paro el 26 de septiembre y una movilización al Congreso para el 2 de octubre, Valentina alentó: “Los estudiantes somos los que le ponemos el cuerpo y miedo no tenemos”.

“Por el contexto que estamos atravesando es importante que les estudiantes nos organizamos para solventarnos el día a día, y seguir en esta lucha tanto a nivel macro social como microsocial”, comentó Ariadna, estudiante y militante de La Trinchera. En su reflexión valoró la educación pública en las universidades nacionales y compartió el deseo por una “reforma del sistema educativo” al decir: “Desde el nivel inicial, la primaria y la secundaria, tanto por los horarios porque no es para nada accesible para los trabajadores para que puedan llevarlos al colegio y también del contenido, porque hay muchos chicos y chicas que salen de la secundaria sin leer de corrido o muchas cosas de nuestra historia que son tan necesarias”.

Como tantos estudiantes, Ariadna sostiene la bandera por sus derechos estudiantiles haciendo frente a un contexto donde los bolsilllos están cada día más goleados, ajustando en la comida, necesitando un boleto estudiantil, buscando opciones para sostener su educación mediante ferias populares.