Desde el Espacio de Literatura, Sabrina Barrego, integrante de Botánicas Textuales, comparte parte de la vida y la pluma de la poetisa griega Safo.
“Sobre la vida personal de Safo hay muchísimas conjeturas… nació Grecia, en el año 650 en Mitilene antes de Cristo (a. C), y murió en Léucade en el 580 (a.C); Sabemos que fue poeta, música… y se dedicó a formar a otras mujeres en escuelas dedicadas a los dioses, a la diosa Afrodita y que tenían cierta relación con esta idea de formar a las mujeres para el matrimonio, para ser sacerdotisas, y donde eran bastante conocidas las prácticas de Safo -conocida como Safo de Lesbos- por las que conocemos la palabra lesbiana, donde otras pensadoras retoman esta palabra para referirse a la sexualidad de un grupo de personas”, introdujo Sabrina y agregó: “Despúes con los años, y el desarrollo del cristianismo, del romantisismo fueron desarrollando prácticas dentro de la sexualidad y las formas de vida que en su época no eran algo llamativo pero con el patriarcado operando de distintas maneras sobre las vidas y obras de estas mujeres que salen de cierta norma, se fue generando el mito de que ella en realidad no estuvo enamorada de un varón y quizo suicidarse arrojándose de una piedra,…. pero a mi modo de ver buscan neutralizar la figura de las mujeres en la historia”.
De la voz de Sabrina, nos acercamos al poema “Lo que ella ama” de Safo:
Dicen unos que una tropa de jinetes, otros la infantería
y otros que una escuadra de navíos, sobre la tierra
oscura es lo más bello; mas yo digo
que es lo que una ama.
Y es muy fácil hacerlo comprensible
a todos: pues aquella que tanto destacaba
en belleza entre todos los humanos, Helena,
a su muy noble esposo
dejándolo tras sí marchó a Troya embarcada
y en nada de su hija o de sus padres
amados se acordó, sino que la sedujo
–aunque ella no quisiera–
Cipris, la diosa que, indómita en su mente,
cumple muy fácilmente lo que piensa:
ahora me ha llevado a recordar
a Anactoria, que no está junto a mí,
y de ella quisiera contemplar
su andar que inspira amor y el centelleo radiante de su rostro
antes que los carruajes de los lidios y antes que los soldados
en pie de guerra.
Safo de Mitilene
(Siglos VII-VI a. C.)
Y para despedir esta jornada, escuchamos a Fernanda Rodriguez Briz, con el poema “Mi amada inmortal” escrito por Ludwig van Beethoven, extraído del libro “Cartas de Amor”.