SIERRA GRANDE: Hidrógeno verde y acero, las dos caras de la moneda

En nuestra quinta visita a Sierra Grande, motivado siempre por conocer los caminos del Sur Patagónico, y por compartir la vida con gente querida oriunda del pueblo, su historia siempre acapara la atención. Quizás en esta visita, la motivación sea aún mayor, tras el anuncio presidencial sobre  la inversión de 8,4oo millones de dólares que desembarcarían en la localidad para la producción de hidrógeno verde.  Catalogado oficialmente como “la inversión del siglo”, de la noticia se desprende que la empresa australiana Fortescue elegiría este lugar de la Patagonia para instalar 2200 MW eólicos para producir 2,2 millones de toneladas de hidrógeno. Lo cierto es que Sierra ya cuanta en su historia con proyectos de semejante envergadura, sigue latiendo en cada conversación en  la memoria intacta el caso de HIPASAM la primera y única minera metalífera subterránea propiedad del Estado; llegando a convertirse en la más grande de Latinoamérica. En cuanto a luchas sociales y obreras, alberga el haber sido escenario de las primeras y más importantes del país. Son ejemplo las huelgas mineras de 1973 y 1975; y las puebladas de mediados del 90 ante el auge neoliberal que decretó el cierre de la misma.

Algo de historia

Camino a conocer la mina de Sierra Grande ubicada a 18 km del pueblo  y acompañado de Oscar ex trabajador de la empresa,  quien va amenizando el largo viaje producto del mal estado del camino, conversando sobre lo sabido y vivido en la misma. En  la charla comenta que la empresa se encuentra desde hace más de 15 años en manos de  empresarios Chinos y  que tiene la concesión por 99 años , pero que desde el 2016 se encuentra parada sin producir nada solo hacen mantenimiento, aunque se encuentra lista y a la espera para empezar a producir en cualquier momento. La incógnita sería: ¿a la espera de qué? Según se argumenta a la espera de que suba el precio internacional, lo paradójico es que la misma China monopoliza en un 70% el mercado de hierro en el mundo.  En fin luego volveremos sobre este momento en la historia ahora nos adentraremos un poquito en sus inicios.

Mina Sierra Grande

Los yacimientos de mineral de hierro en Sierra Grande fueron descubiertos en 1948, hasta ese momento el pueblo  de 150 habitantes solo  albergaba las características de la  ruralidad,  las cuales  se modificaron rotundamente tras la creación en 1969 de HIPASAM (Hierro Patagónico Sociedad Anónima Minera) mediante un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de 150 millones de dólares.  El paquete accionario de HIPASAM era controlado casi en su totalidad por el Estado nacional -81% a y 18,4% en manos del Banco Nacional de Desarrollo-, perteneciendo el remanente a la Provincia de Río Negro (0,4%) e inversores privados (0,02).

La extracción de hierro se inició formalmente en 1972 y la empresa se convirtió en la principal abastecedora de la mayor acería del país: la estatal Sociedad Mixta Siderurgia Argentina (SOMISA), creada en 1948 y operativa desde 1960 quien hasta ese entonces importaba el hierro.

En consecuencia Sierra Grande empezaba a albergar la mina subterránea más grande de Sudamérica con una profundidad a más de 400 metros y 98 kilómetros de extensión. Su producción anual rondaba los 3.500.000 toneladas de mineral crudo, 1.500.000 toneladas de concentrado y 2.000.000 toneladas de pellets (esferitas compactadas por calentamiento que contienen un 68% de mineral de hierro).

Antes de llegar a puertas  de la mina, Oscar nos comenta de las dos grandes huelgas protagonizadas por los mineros en el año 1973 y 1975; la segunda fue muy fuertemente reprimida por la policía y el ejército. Estos  procedieron a cercar todo el predio sin permitir entrada y salida ni el abastecimiento de comida en el lugar. Esto se daba en un contexto en donde el Estado Nacional buscaba profundizar el modelo desarrollista de industrialización en detrimento de la clase trabajadora. Sin duda la lucha desplegada por los mineros contribuyó a agudizar la conflictividad social y la lucha de clases en la Patagonia.

Represión a mineros 1975- Imagen Secretaria DDHH Rio Negro-

En la huelga de 1973 los obreros mineros históricamente relegados de condiciones de trabajo justas y salubres,  consiguieron arrancarle al Estado importantes reivindicaciones tales como: mejora de las obras sociales, aumentos salariales, reconocimiento de salarios adeudados y disminución de la jornada laboral de 8 a 6 horas. Además también consiguieron la adjudicación de las viviendas que habitaban,   mejor infraestructura y  equipamiento de trabajo.  Muy por el contrario la huelga de 1975 fue reprimida por infantería de la policía provincial y la intervención del Quinto Cuerpo del Ejército Nacional dejando como saldo la inactividad sindical, la detención (e incluso desaparición) de obreros y despidos masivos -400 trabajadores, sobre un total de 1.300.

Llegamos a las puertas de la mina y como suponíamos se nos prohibió el acceso; cuestión que no nos impidió observar su envergadura y conocer cómo era el proceso de extracción de los yacimiento metalífero en esta primera etapa para luego ser transportados por tuberías 44 km hacia la otra planta ubicada en el Puerto de Punta colorada donde se procesaba y se embarcaba rumbo a SOMISA.

Luego nos trasladamos a Punta colorada con el mar golpeando en la costa de fondo, nos acercamos hasta el alambrado de la planta y conversamos sobre su funcionamiento hasta  que la política neoliberal  decretara el cierre de la misma. En 1992 el gobierno nacional cerró el complejo minero industrial de HIPASAM, el mismo que tres años atrás -en plena campaña electoral- Carlos Menem desde la plaza de Sierra Grande había mencionado como el pilar sobre el cual se sustentaría la venidera ‘revolución productiva’ de la economía argentina. Claro que  todo se dio de forma orquestada, el gobierno  dispuso la privatización de la acería jujeña Altos Hornos Zapala y la siderúrgica bonaerense SOMISA. El país se quedaba sin su más importante exportadora de manufactura  al entregarla al grupo Techint que la renombró como Siderar.

Planta de Hiparsa en Punta Colorada

Lo primero que hizo Techint fue remplazar la producción de pellets por la importación a bajo costo de hierro brasilero. De esta manera el hierro rionegrino se quedó sin su único comprador; y además se le sumaba la política neoliberal de imposibilidad de exportación y por el contrario se importa masivamente maquinaria y bienes de capital. Y por sobre todas la cosas, el desinterés estatal por lograr el autoabastecimiento de insumos estratégicos. Así pues, el gobierno nacional clausuró y liquidó el complejo minero.

De esta manera Sierra Grande se convirtió en el primer pueblo fantasma del país, como se denominaba en aquellos tiempos, dada la expulsión social que significó el cierre de la empresa. Miles de familias se vieron forzadas a emprender nuevos rumbos, llevando a cuestas la incertidumbre y el desarraigo, en busca de trabajo en un contexto del más adverso.  Al respecto Oscar  recuerda que la salida del pueblo sin un peso en el bolsillo fue muy dura. “Cerramos la casa con todo adentro y nos vinimos a Mendoza a la casa de familiares. Luego cuando tenía que volver porque decían que iban a pagar lo adeudado u otro asunto lo hacía a dedo. Hasta en uno de los viajes terminé manejando un camión de un camionero que me llevaba”. Cada historia de quienes se fueron y se quedaron se suma a lo que dejó y dejan las políticas de aniquilamiento neoliberal.  También hubo claramente quienes se quedaron con las expectativas de que la cosa mejore.

No obstante no debemos pasar por alto que tras el cierre de la empresa la lucha social se hizo presente. El pueblo entero  implementó diversos mecanismos de resistencias, tales como los bloqueos de la Ruta Nacional Nº 3 llevados a cabo por las mujeres de los mineros, las protestas locales de estudiantes escolares y la multitudinaria marcha realizada en Buenos Aires por ex-trabajadores de HIPASAM y SOMISA. A quienes ubican a la rebelión de Sierra Grande como una de las primeras puebladas pacíficas que se realizarían en Argentina en resistencia al modelo neoliberal.

Por si quedaba alguna expectativa o sueño de reactivación de la empresa se pulverizaron tras la promulgación  la nueva ley minera,  en donde se prohibió explícitamente al Estado incursionar en la actividad minera -excepto en caso de asociación con inversores privados- y privilegió los intereses del capital extranjero. De esta manera se dispuso en 1993 su privatización a cargo del gobierno provincial renombrando a la empresa como HIPARSA.

Un cuento Chino

Pasaron los años y luego de fracasados intentos de reconvertir la empresa en centro de visitas para el turismo, entre otros emprendimientos. En el 2004 HIPARSA vendió sus activos a capitales privados siendo la estatal china Metallurgical Group Corporation  quien compre el 70% de sus acciones. A partir de allí, vino un verano de expectativa de empleo y bienestar pero luego la realidad:

Nombraremos solo algunos datos:

-La privatización es por 99 años o hasta agorar la reserva de los yacimientos, de esta manera se entrega el patrimonio nacional y se extranjerizan los recursos geológicos.

– Las riquezas entregadas ascenderían a no menos de 200 millones de toneladas de reservas comprobadas y 500 millones de toneladas de reservas probables de mineral de hierro

-Se les otorgó beneficios fiscales tales como la exención del pago por ingresos brutos, la reducción de los derechos de explotación y la no exigencia del desembolso de canon.

-Se les otorgó el usufructo monopólico del puerto de Punta Colorada, cuya terminal fue concesionada para uso exclusivo de la firma y gozó hasta mediados de 2016 de reintegros diferenciales a la exportación del 8%.

– La Empresa China extorsionó al estado de Río Negro con despidos masivos y consiguió un subsidio no reintegrable de 46 millones de pesos, el cual contemplaba la suspensión del cobro de tasas, impuestos, guías, cánones y regalías, y el pago tanto de servicios locales y provinciales -energía eléctrica- como de insumos -combustible- y cargas laborales -aportes patronales, seguros por accidentes de trabajo, transporte de personal, seguros patrimoniales, etc.-

–  Y como cierre de todo,  el Estado rionegrino pasó a asumir casi la totalidad de los costos de producción de la compañía, increíblemente se trasladó a lo público todos los gastos de la empresa.

-¿Y el trabajo? No existe. La empresa solo mantiene un pequeño puñado de empleados para su mantenimiento.

Al respecto conversando con Omar ex trabajador de la empresa  y residente de Sierra, quien convivió con ambas gestiones. Se refirió al alto grado de presión y stress que fue trabajar para la empresa china, llegándolo a afectar sensiblemente en su salud.

Planta de HIPARSA en Punta Colorada

Hidrógeno verde

Si el anuncio del presidente de la Nación desde Escocia sobre la inversión de 8.400 millones de dólares que realizará la empresa australiana Forscure para la producción de hidrógeno verde en el país, acaparó la agenda social y mediática en el país; para quienes habitan el lugar se encendieron nuevamente todos los motores de expectativas, sueños, reparos, confianzas y desconfianzas a lo prometido.

Ahora bien ¿Qué es el hidrógeno verde? Sabido es que el hidrógenos es el elemento más abundante del universo y que no es una fuente de energía si no un vector, es decir sirve para acumularla; y se nutre de la energía eólica o solar. Es por ello que la Patagonia, más precisamente la zona de Sierra Grande aparece con condiciones de excelencia. Es una de las mejores zonas del mundo para el desarrollo eólico, sus vientos oscilan una velocidad  entre  15 y 22 km/h. Con la generación de la energía eléctrica que producirían con la instalación de Parques eólicos, tomarían del mar el agua y; previamente desalinizarla, separarían el hidrógeno del agua donde se almacenaría la energía y se exportaría.

El hidrógeno presenta una ventaja evidente, a diferencia de los combustibles fósiles: al quemarlo en motores, hornos, hornallas o celdas combustibles produce agua como único producto. Una de las principales características del hidrógeno es su versatilidad, ya que puede transformarse en electricidad, fertilizantes o combustibles sintéticos y utilizarse con fines domésticos, comerciales, industriales o de movilidad. Si bien es una tecnología incipiente empiezan a asomarse en todo el mundo corporaciones que buscan mitigar el desastre que hacen otras corporaciones con el ambiente. Todo puede ser un buen negocio evidentemente si se dan una serie de condiciones.

Y en esas condiciones ya mencionamos una; unos de los mejores lugares del mundo; también aparecen otras que obtendría la empresa como por ej. una Ley de Hidrógeno Verde, con beneficios impositivos, exportaciones sin retenciones, devolución del IVA a la inversión la declaración de la ubicación del proyecto (Sierra Grande) como zona franca libre de impuestos, y el acceso a los dólares para pagar los créditos con los que se financiaría el negocio. Y entonces: ¿dónde estaría nuestra ganancia? Y al parecer sería  que vengan “inversores” privados.

En cuanto a lo anunciado hasta el momento por la empresa, la misma  señaló que la inversión escalonadamente hasta el año 2029 llegará a U$S 8.400 millones y generará más de 15.000 puestos directos de trabajo y entre 40.000 y 50.000 indirectos. Se construirán tres parques eólicos para abastecer de energía a la planta. De esta manera, se espera convertir a Río Negro en un polo mundial exportador de hidrógeno verde en 2030.

En un análisis muy simplista podría decirse que en el momento en que Sierra empieza a convencerse así mismo,  que más allá de su historia de producción industrial y trabajo;  posee una de las costas más bellas de nuestro mar para ofrecer turísticamente. Y que sus bellezas de playas extensas con arenas finas, su tranquilidad; etc. empiezan a conocerse y ser visitadas por cada vez más amantes del mar; aparece este anunció que ubica en el futuro cercano un mejor bienestar para el pueblo.

Con quienes conversamos sobre el tema, mencionan la gran generación de puestos de trabajo de calidad, la inversión en obra pública, la reactivación económica, como así también otros menos  que se trata de un verso más, y que en realidad es una maniobra financiera que ya ha realizado la empresa en otros lugares del mundo.

Con mucha tela por cortar aún,  este pueblo con temple de acero, como tantos otros a lo largo y ancho del país seguirá transitando en su historia decisiones por tomar y decisiones que toman otros pero que inciden notablemente en la vida diaria, llegando incluso a trastocarla por completo. Cuidar primero  lo esencial seguramente será la premisa; sus playas, mar, suelos, vientos, flora y fauna ya es demasiada inversión ante cualquier canto de sirenas.