SOBRE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO

Por: Florencia López

Siguiendo con lo desarrollado en la nota del número anterior sobre ESI (Educación Sexual Integral), no puedo dejar de plantear y poner sobre la mesa la discusión dada en los últimos meses sobre la supuesta “Ideología de género que se les quiere meter en la cabeza a les pibes….mejor busquemos información y tratemos de entender de qué se trata!!!

¿Qué es el género?

Hablar de género no es hablar de sexo, únicamente. Hablar de género es poder ver en la realidad que no somos sólo dos posibilidades, hombre- mujer. La vida nos muestra que hay muchas maneras de ser y estar en el mundo. El género es la forma en que la persona se percibe, se siente y no como biológica y culturalmente se ha establecido que debería ser.

Existen tantas formas de ser y de mostrarse al mundo  como personas hay en él. La confusión, tal vez, se origina en la idea falsa de la existencia de dos sexos: hombre – mujer.

Las diferencias sexuales son siempre construcciones ideales, que en  las vidas concretas de los individuos, las experiencias de sus cuerpos y sus identidades, no se dan, rebasan ese dualismo.

Las variaciones concretas de las vidas humanas traspasan cualquier marco binario de género y existen multitud de casos que no se ajustan a la definición dual.

El determinismo biológico es quien nos ha dicho a lo largo de la Historia, que sólo podemos ser de uno u otro sexo. Y en este dualismo quedaban rechazadas cualquier otra forma de sentir, quedaba afuera la percepción de todo lo demás: lo social, lo político, lo religioso, lo cotidiano y vivencial.

¿Esto es lo que tanto miedo da? a aquellos del “#con mis hijos no te metas”, “nos quieren meter la ideología de género”, “mejor no hablar de ESI”.

Hablar de diversidad es hablar del respeto a las diferentes formas de vida de cada persona, y a la verdadera aceptación, de lo que elije, lo que hace, lo que decide para poder ser feliz, que es lo que todos deberíamos hacer…Esto es la perspectiva de género. Es también la que logra derechos para las siempre discriminadas e invisibilizadas…mujeres, gays, lesbianas, trans….y cada persona que no encaja en lo que la sociedad y la cultura patriarcal dominante exige que sean…. La perspectiva de género es la que abre la discusión sobre el patriarcado y el modelo impuesto.

El género constituye, por tanto, la acción simbólica colectiva de una sociedad mediante la cual “se fabrican las ideas de lo que deben ser los hombres y las mujeres”. En este entendimiento “el sistema sexo-género, en suma, es tanto una construcción sociocultural como un aparato semiótico, un sistema de representación que asigna significado (identidad, valor, prestigio, ubicación en la jerarquía social, etc.) a los individuos en la sociedad”.

 

De esta manera se critica a la idea esencialista de que las identidades de género son inmutables y encuentran su arraigo en la naturaleza, en el cuerpo o en una heterosexualidad normativa y obligatoria, es decir que lo correcto y normal son relaciones hombre/mujer, lo que se denomina “Heteronormatividad”

 

Para dicha heteronormatividad se elimina la posibilidad de pensar la orientación sexual y la identidad de género como una elección. La heterosexualidad sería una suerte de “naturaleza” y quienes no cumplen con esta supuesta “normalidad”, aparecen como  antinaturales, anormales, enfermas/os, degenerados/as, etc…

 

Resulta importante aclarar que la palabra “ideología” aparece en este tema como algo “malo”, como si no existiera ideología al querer negar la ESI, negar información a adolescentes, niñas y niños o al pensar en la homosexualidad como una enfermedad, todo pensamiento acerca de algo se sostiene, se basa en una ideología. Aceptar o rechazar la diferencia…es  todo un posicionamiento cargado de ideología.

La Ley de identidad de género, sancionada en mayo del 2012, fue una conquista para los grupos LGBTIQ. Colectivos de personas que deciden ser coherentes con sus sentimientos y que a partir de dicha ley el estado acepta su voluntad de cambio de identidad. Una conquista muy importante porque pone fin a un impedimento que no hace más que excluirlos socialmente. Una conquista que nos hace mejor a todos y todas, una mejor sociedad.

Esta ley otorga el derecho a la identidad y a la atención integral en salud y nos pone como sociedad frente a la necesidad de hablar de lo que se esconde, de enfrentar los miedos y de aceptar en los hechos concretos, en la vida cotidiana, la diferencia.

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