SANTIAGO MALDONADO… AUSENTE

Por Valeria Sol Marchan

La pregunta ¿dónde está Santiago Maldonado? se convirtió en noticia cuando la sociedad comenzó a imponer la pregunta, en los trenes, en los medios, en los grafitis, en las redes sociales, en las canchas de fútbol, en los teatros, en los recitales, en los pizarrones del cuarto oscuro… y la pregunta nos llevó a conocer  el contexto de lucha de la comunidad mapuche, a desempolvar la historia de las ventas de tierras a Benetton en los ´90, otra vez la historia reciente y a la vez encadenada con la historia de la conquista y los pueblos originarios de nuestro país; la pregunta también nos remitió a la figura del desaparecido, los fantasmas de la dictadura militar pusieron la memoria activa y también trajo a la memoria a Julio López, pero la pregunta también avivó las ideas sobre democracia, lucha, política, ciudadanía, sociedad, todos hablamos de Santiago en la mesa, con la familia, en los trabajos, con el taxista, por wasap, en Facebook, en twitter;  Santiago también se hizo poesía en la boca de sus amigos y en la boca de su familia. Santiago nos invitó a un montón de enseñanzas… pero Santiago no fue a la escuela.

¿Qué pasó que la realidad se ausentó de las escuelas? ¿qué pasó con tantas familias tensionadas por el tratamiento de esta noticia en las aulas de cualquiera de los niveles educativos? El hashtag #ConMiHijoNo que quería decir ¿con mi hijo no, qué? Los medios de información hegemónicos otra vez formatearon la realidad, nos quemaron la cabeza y, en complicidad con la nueva (ya no tan nueva) gestión enajenaron la razón de esta realidad. Una vez más debemos plantearnos  qué escuela queremos, si una que solo reproduzca saberes que vienen planificados de un ministerio con ideas unilaterales, lo cual también constituye en si un discurso político, o una escuela donde los futuros adultos, dueños del presente próximo, puedan construir pensamiento crítico, análisis de la realidad que los circunda y los influye, capacidad de relacionar y establecer conexiones entre el presente producto del pasado y el futuro producto del presente, habilidad para repensar y reproducir o no los mensajes con que los medios de comunicación, incluyendo las redes sociales, nos invaden diaria y cotidianamente.

Cuando la palabra POLITICA aparece en la boca de un docente, la sociedad se rasga las vestiduras. Hablar de política a través de la realidad con un alumno/a no es nada más ni nada menos que ayudarlos a entender la organización de las sociedades humanas, en especial la de los estados; en todo caso lo que un docente no debería hacer es partidismo en su clase, entonces pensemos juntos: ¿preguntar dónde está Santiago Maldonado y cuál fue la coyuntura en la que desapareció es una cuestión partidaria o es una cuestión política? ¿que los maestros/as que prepararon su clase y hablaron de la actualidad hayan sido sancionados de alguna manera es una cuestión política o partidaria? ¿y los que no fueron sancionados y hablaron libremente sin importarles la sanción, porque entienden que ya hace más de 30 años hablar de la realidad en las escuelas no debe provocar miedo, lo hicieron por política o por partidismo? ¿Qué opinamos cuando el sindicato no pelea solamente por el sueldo de los docentes y se compromete con otros aspectos de la educación (tan reclamado por los docentes desde siempre), es partidismo o es política?

Como educadores, directivos, padres, y hacedores en general de la escuela, debemos replantearnos los compromisos que asumimos al momento de pararnos ante un grupo de jóvenes, sus familias, y la sociedad en su conjunto, pensar qué aportamos y qué no, cómo enriquecemos el desarrollo no solo intelectual sino también emocional y social de los chicxs y cómo colaboramos al fortalecimiento de la democracia.

Hablar de la desaparición forzada de Santiago Maldonado en la escuela es hablar del compromiso con la vida, el derecho a la identidad, a la libertad de expresión, a la protesta social, al reclamo de la vigencia de los derechos emanados de la Constitución Nacional.

“El poder de la garganta poderosa de quien ejerce el acto de enseñar debe estar legitimado por la información… en el marco de un estado de derecho que concibe a los DDHH de todas las personas como contenido transversal de la educación pública, bienvenido sea el caso Santiago Maldonado a la escuela” (Laura Mendez, Secretaria de DDHH de Rio Negro).